El gobierno de Mendoza elaboró un proyecto para que Uber sea legal en la provincia.

Desde su irrupción, hace dos años en la Ciudad de Buenos Aires, Uber generó polémica, puestos de trabajo y casos de violencia. Estaba claro que, con un sindicato tan fuerte como el de los taxistas, su desembarco no pasaría desapercibido. Pero nadie imaginó que originaria trifulcas y hasta multitudinarias marchas en su contra. “Fuera Uber”, se podía leer en varios autos de la city porteña. Pero el fenómeno seguía creciendo, pese a la resistencia.

Con el correr de los meses, la batalla se trasladó de escenario. Salió de las calles y se estableció en estudios jurídicos. De esta manera, la Justicia de la Ciudad falló en contra de la firma, ya que consideró que iba a contramano de las reglamentaciones locales, por lo que dispuso el bloqueo de pagos con tarjetas de crédito emitidas en el país.

No obstante, con la restricción en vigencia, logró seguir operando y creciendo en cantidad de clientes, mediante el pago en efectivo. La aplicación también es utilizada por un demandante mercado extranjero que abona con tarjetas de sus naciones de origen.

De acuerdo a datos suministrados por el CEO de la empresa en el país, Mariano Otero, el 65% de los conductores lo utilizan como un trabajo part-time, y uno de tres, full-time. “Hay casos de conductores que tienen una empresa y que salieron a manejar para no tener que echar gente; también hay un fenómeno que es de las que llamamos ‘mamás Uber’ que tienen dos horas libres a la tarde y salen a conducir”, reconoció ante una reconocida revista de negocios.

Además, aseguró: “Uber va a seguir en Argentina. De hecho, un proyecto para 2018 es empezar a concentrar la operación del Cono Sur en Buenos Aires. O sea que parte de lo que sucede en Uruguay y Chile lo manejaremos desde acá. Y para eso vamos a invertir US$ 50 millones, lo que significa que vamos a contratar a más gente y vamos a abrir nuevas y más oficinas”.

A nivel mundial, explicó: “Hoy la empresa está más fuerte que nunca, enfocados en ser un negocio que genere dinero y que tenga resultados excelentes, también preparando una oferta pública de acá a dos años y preparando una nueva ronda de inversión. Son momentos muy interesantes”.

¿Todo legal?

Ahora bien. Todo podría cambiar (¡todo cambia, todo se transforma!). Por lo menos en un destino de la Argentina, y no en cualquiera. Resulta que la semana pasada el gobierno mendocino elevó un proyecto de ley que modificaría sustancialmente la actual norma de tránsito 6.082. De prosperar (más de uno está cruzando los dedos y prendiendo velas por doquier), la “empresa” de transporte podría funcionar en la provincia bajo la modalidad de “Servicio de transporte privado a través de plataformas electrónicas de interés público.”

Según consigna Los Andes, medio local que tuvo acceso al texto elaborado por la Secretaría de Servicios Públicos, “entre los 85 artículos y 46 páginas del proyecto, hay diez artículos y cinco páginas dedicados a las ‘plataformas electrónicas’”. Aunque podrían sumarse algunos más, “el principal destinatario de esa regulación por ahora es Uber, que ha hecho sondeos para instalarse en Mendoza dos veces” y se encontró con la negativa del gobierno y la esperada reticencia de los taxistas y remiseros.

Por otro lado, “establece un marco regulatorio para todo el transporte en Mendoza: de pasajeros (colectivos, taxis, remises, turístico, institucional, escolar y rural) y de carga (incluidos residuos peligrosos, cargas generales y taxi-flet)”.

Asimismo, anticipan: “El artículo 52 del proyecto, a modo de introducción, define a las plataformas electrónicas como ‘una actividad privada de interés público’ y aclara que los dueños de los autos registrados deberán cumplir con el pago de tasas de contraprestación (o canon) por la habilitación. El monto será fijado por la Ley Impositiva y deberá ser retenido por las empresas que los agrupen”.

De esta manera, se desprende la siguiente idea: el estado provincial, con estas facultades podrá regular la cantidad de vehículos bajo este sistema de economía colaborativa, al mismo tiempo que creará un registro de los autos, los permisionarios, las empresas de redes de transporte y las plataformas electrónicas.

“A diferencia de los taxis y remises, la tarifa la fijarán los prestadores del servicio y no el Estado (si ganan o pierden corre por su cuenta) y los autos sólo podrán transportar a los pasajeros que se contacten a través de la aplicación y no podrán ‘levantar’ clientes en la calle”.

Un debate necesario

Al cierre de esta edición, otra noticia posicionó a Uber na la primera plana de los medios. El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires hizo lugar a una presentación judicial de los abogados de la empresa y revocó la resolución la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas, que en febrero había ordenado bloquear a la aplicación y la página de la empresa.

De acuerdo a CEO local de Uber: “Esta decisión, así como el debate que comienza a abrirse en el interior del país, reafirma nuestro compromiso con continuar invirtiendo en Argentina, que es hoy el país del mundo donde Uber más crece. Esperemos que también ayude a abrir la discusión que nos debemos los porteños respecto a la regulación de las empresas de redes de transporte, como se dio en todas las otras grandes capitales de América Latina”.

Previo a esta novedad, la empresa le envió un mail a sus usuarios, que a modo de descargo dejaba en clara su posición respecto a lo que estaba ocurriendo en CABA, tal vez el foco más conflictivo con el que se encontraron hasta el momento en Argentina.

“Lo que hacemos en cada viaje está previsto en la ley argentina, empezando por el Código Civil y Comercial, pilar de nuestro sistema jurídico. Lo reafirmó la Justicia, a través de la Justicia Nacional en lo Criminal y Correccional, tanto en primera instancia como en la Cámara de Apelaciones y la Cámara de Casación, como también el Fuero Contravencional, Penal y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires, en un fallo firme (Quevedo) que ratifica que Uber es distinto a un remis y no se puede aplicar la misma regulación”, plantearon.

“No hay ninguna sentencia firme en contra de Uber”, aseguraron.

Y aclararon: “Distintos fallos en Argentina reflejan que el transporte a través de aplicaciones representa una categoría diferente a las existentes y que amerita una nueva regulación, incluyendo el fallo de la Ciudad de Buenos Aires. Uber es una empresa de tecnología que globalmente conecta usuarios y socios conductores para que moverse en las ciudades sea una experiencia mejor y más fácil, y está comprometida con el futuro de la movilidad”.

Inclusión financiera

En el marco de la cuarta edición del Financial Summit, Federico Chester, el Head of Business Development para Latinoamérica de Uber, declaró: “La Argentina crece y con una distancia fuerte con respecto al segundo y tercer país. Crecemos en zonas menos privilegiadas como Mataderos, Villa Soldati y en la provincia de Buenos Aires en La Matanza. Los menos privilegiados son los que menos bancarizados están, con lo cual vemos su uso de Uber como un acelerador, como la puerta de entrada a la inclusión financiera”.

Y agregó: “Para operar con nosotros el conductor necesita abrir una cuenta, se bancarizan por eso y el sector financiero empieza a ver qué necesidades tienen. Y también está el vector de los usuarios a los que se les abre la puerta de la alternativa digital por comodidad y seguridad y ahí el sector bancario reacciona. Es una gran oportunidad. En Brasil habilitamos 66 millones de tarjetas de crédito y en México tenemos acuerdos con Citibanamex, entre otras. Nos encantaría hacerlo en la Argentina, queremos iniciar conversaciones”.