Millones de personas de diferentes países se sumaron a “La Hora del Planeta”, una iniciativa global de WWF, que en la Argentina se desarrolló entre las 20.30 y las 21.30, apagándose las luces de diferentes edificios y monumentos en distintas ciudades del país.
Por cuarto año consecutivo, la Ciudad de Buenos Aires se unió a “La Hora del Planeta” apagando lugares emblemáticos como El Obelisco, la Torre de los Ingleses, el Puente de la Mujer, el Monumento de los Españoles, la Pirámide de Mayo, el Monumento a San Martín, el Monumento a los Dos Congresos y el Cementerio de la Recoleta.
Las ciudades de Bariloche, Gualeguaychú, La Plata, Mendoza, Rosario y San Fernando del Valle de Catamarca también se adhirieron al apagón mundial.
“El cambio climático ya está afectando, en diferentes regiones del mundo, no sólo a las especies silvestres -donde se estima que un 35% de las especies terrestres podrían extinguirse para el año 2050-, sino también a las propias actividades humanas, incrementando el riesgo de inundaciones en áreas costeras, o acentuando las sequías o exceso de agua con su consecuente impacto sobre el rendimiento de la producción agropecuaria”, sostuvo Diego Moreno, Director General de la Fundación Vida Silvestre Argentina, encargada en el país de impulsar la iniciativa.
La actividad, que comenzó a las 19, se concentró en tres circuitos, Centro, Sur y Norte, e incluyó más de 100 propuestas artístico-culturales gratuitas en 50 puntos de encuentro de la Capital Federal.
"Es una experiencia única, la de disfrutar de toda una noche la fascinante potencia que la cultura de Buenos Aires despliega cotidianamente", destacó el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
La celebración contó, entre otras actividades, con la presentación de la actriz Elena Roger y de la Orquesta Sinfónica de Moscú en el Obelisco.
La actividad allí, coordinada por los ministerios de Cultura y de Ambiente y Espacio Público del gobierno porteño, comenzó a las 20.
Es "una auténtica fiesta entre la gente y la cultura, y la cultura es definitivamente un sello de identidad de nuestra Ciudad, que convoca a millones a visitarla. Es la primera vez que Buenos Aires vive una experiencia de esta naturaleza", destacó el titular de Cultura, Hernán Lombardi.
Las actividades incluyeron música, teatro, danza, videoproyecciones e instalaciones multimedia, a la que bares, restaurantes y pizzerías de la ciudad sumaron la extensión de sus horarios, con la oferta de un menú especial para la noche. Los barrios que se sumaron a la "Noche en vela" fueron Barracas, Palermo, Villa Lugano, Recoleta y La Boca, entre otros.
La iniciativa en Buenos Aires repite una similar en París y que se puede disfrutar también en Madrid, Berlín, Toronto, Riga y San Petersburgo.