Ser solidario es clásico
Organizado por el Club de Automóviles Clásicos de la República Argentina para la Secretaría de Turismo de Esquel y patrocinada por el Ministerio de Turismo de la Nación, este evento deportivo, cultural y solidario se abrió camino por la mítica ruta 40 y caminos aledaños, entre los únicos y más imponentes paisajes que ofrecen Esquel y el Parque Nacional Los Alerces -que espera su declaración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO- y la Comarca Andina.
El itinerario de la travesía “Camino de los Alerces” permitió redescubrir la belleza natural y la riqueza cultural de la región en tres etapas. El recorrido se inició en el centro de la ciudad de Esquel, en el marco de una nutrida convocatoria de público local, tras la bajada de bandera a cargo de la Secretaria de Turismo de la localidad, Lic. Florencia Aversa.
La primera etapa, “Los Alerces” de 90 km., visitó el Parque Nacional Los Alerces con sus majestuosos paisajes y su riqueza natural milenaria, ofreció a los participantes además una navegación por el lago Futalaufquen y recibió a alumnos y pobladores de la Villa Futalaufquen.
La etapa “A Todo vapor” de un total de 380 kilómetros, permitió concretar el propósito solidario en una parada sobre la ruta 40 a la altura de El Hoyo, en la escuela nro. 81 de esa localidad. El contingente de automóviles clásicos tuvo una cálida recepción por parte de las autoridades de la escuela, de su cooperadora y los alumnos con un agasajo de especialidades caseras elaboradas con las frutas finas de producción local. Allí, mientras los chicos celebraban la visita de los autos, los participantes de la travesía realizaron la donación de una importante cantidad de medicamentos de venta libre, ropa infantil de Kosiuko, golosinas y también una pantalla con proyector y una colección completa de películas de Disney. El recorrido continuó a través de la Ruta 40 hacia la localidad de El Maitén, donde el contingente visitó los talleres ferroviarios de la estación de “La Trochita” en el que expertos artesanos trabajan en la restauración de locomotoras y vagones casi centenarios del emblemático ferrocarril que aún hoy circula por su trocha económica de 75 cm. de ancho y que revolucionó con su llegada en 1945 la vida de los habitantes de la región. El recorrido se completó con un viaje en La Trochita que partió de la estación de Esquel.
Por último, la etapa “Los Colonos” recorrió 70 km. dirigiéndose hacia el sur de Esquel, hasta a la localidad de Trevelin, donde los participantes pudieron conocer las tradiciones galesas típicas del lugar, interiorzarse sobre las técnicas de la pesca con mosca (que encuentra en la región el ámbito ideal por la alta pureza del agua que escurre de los deshielos) y disfrutar de un típico te galés a la orilla de las cristalinas aguas del Río Grande.
La majestuosidad de los escenarios que ofrece Esquel, junto con la calidez y la hospitalidad de su gente fueron la esencia de una experiencia inolvidable que conjugó el espíritu deportivo y la celebración del patrimonio histórico de la industria automotriz con la solidaridad y un recorrido deslumbrante por su belleza natural y su riqueza cultural.