El número de turistas que circularán por el mundo llegará a los 1.800 millones de personas, impulsado por el crecimiento de las visitas a los países emergentes, según un informe de la Organización Mundial de Turismo de Naciones Unidas (UNWTO, según sus siglas en inglés).
El informe señala que el turismo internacional seguirá creciendo, con un promedio de 43 millones de personas que se incorporan a los viajes por año. Esta cifra corresponde a un aumento anual del 3,3% y representa un crecimiento estable pero más moderado frente al de años anteriores.
Las divisas que aporta el turismo están vinculadas con la balanza de servicios e influyen en el consumo interno, por lo que las políticas para esta industria son moneda común en la economía global, sobre todo en un contexto de crisis donde para algunos países europeos como Grecia o España se exacerba su dependencia de la circulación de visitantes.
En la Argentina, los visitantes del exterior aportaron u$s3.900 millones acumulados entre agosto de 2010 y el mismo mes de este año, con un gasto promedio de casi 100 dólares por día. En el mismo período, los turistas argentinos en el mundo gastaron alrededor de u$s2.800 millones, lo que deja un saldo favorable en la balanza turística de u$s1.100 millones según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
“Este crecimiento ofrece grandes posibilidades ya que pueden ser también años de liderazgo, con el turismo como uno de los principales factores de crecimiento económico”, agregó ante el contexto de incertidumbre sobre la evolución de las economías desarrolladas y la posibilidad de que la crisis se traslade también a los emergentes por la menor demanda mundial de bienes y servicios.
El informe de Naciones Unidas sostiene que los arribos pasarán los 1.000 millones de personas el próximo año y que para el 2030, unos 5 millones de personas van a cruzar las fronteras internacionales a diario. Las economías emergentes en Asia, América latina, Europa Central y del Este y Oriente Medio y África serán las más beneficiadas por este aumento del turismo, que duplicará el crecimiento de los mercados avanzados de América del Norte y Europa.
Para el 2015, las economías emergentes recibirán más visitantes internacionales que las economías desarrolladas y para el 2030 su participación en los arribos mundiales llegará al 58 por ciento. Así, de los 1.800 millones previstos para el 2030, unos 1.050 estarán dirigidos a los países en desarrollo mientras que otros 750 millones se dirigirán a los países centrales.
En ese año, además, se estima que el norte y este de Asia será la región más visitada del mundo, desplazando así al sur de Europa y el Mediterráneo. La mayoría de los turistas provendrá –por la mejora de las condiciones de vida, consumo e ingresos– de Asia y el Pacífico, seguido por los visitantes europeos.
En el análisis por regiones, el estudio de Naciones Unidas estima que en América del Sur los arribos llegarán a los 58 millones para el 2030, lo que duplica la cantidad de llegadas actuales a la región en 24 millones de personas medidas en 2010. En 1995, en tanto, esa cantidad ascendía a los 12 millones de visitantes.
Entre los motivos de los viajes, sobre los estimado para dentro de 20 años, más de la mitad estará explicado por los viajes recreativos, mientras que unos 300 millones de personas se moverán por viajes religiosos o vinculados con tratamientos de salud, mientras que una porción algo menor será representada por los viajes de negocios.
El 80% de los viajes se realizará dentro de la misma región de origen, mientras que el 20% restante será entre regiones. De esos viajes, la mitad hoy se realiza por avión, mientras que en 2030 se espera que los pasajes aéreos logren una leve ventaja sobre los medios terrestres.
“El turismo hacia el 2030 muestra que hay un potencial significativo para la mayor expansión en las próximas décadas. Los destinos establecidos y los nuevos se pueden beneficiar de esta tendencia y oportunidades, con las condiciones y políticas apropiadas para mantener el medio ambiente, la infraestructura y los recursos humanos”, dijo Rifai. “Los desafíos también se presentarán para maximizar los beneficios sociales y económicos del turismo y para minimizar el impacto negativo. Es más importante que nunca que todo el desarrollo turístico se guíe por los principios del desarrollo sustentable”, evaluó el titular de la UNWTO.
La movilización de 1.800 millones de personas por las fronteras podría no ser tal, en tanto, si se consolida el escenario de menor crecimiento. En ese caso, Naciones Unidas estima que podría mantenerse en torno a los 1.300 millones para el 2030. Las proyecciones también caen ante escenarios de mayor costo de transporte y podrían crecer hasta los 2.000 millones de personas en circulación si los