Recalculando
Según el Panorama de la OMT del Turismo Internacional 2018, las cifras del ranking mundial correspondientes a 2017 indican que México ascendió dos lugares al pasar del octavo lugar en 2016, con 35.1 millones de turistas internacionales, al puesto 6, con 39.3 en 2017, lo cual también indica un crecimiento de 12% en el flujo de viajeros.
De enero a junio de 2018 arribaron a México 20.6 millones de turistas internacionales, cifra superior en 7.3% a los recibidos en el mismo período de 2017 (19.2 millones de turistas).
En lo que refiere a ingresos en 2017, se observó un crecimiento anual de 8.6% y de 67.5% comparado con 2012, al alcanzar un nuevo máximo histórico de 21.3 mil millones de dólares. De enero a junio de 2018 los ingresos de divisas de los visitantes internacionales fue de 11.6 mil millones de dólares, cifra superior en 4.3% a los 11.1 mil millones de dólares obtenidos en el mismo período del año anterior.
Estos números no son casuales y mucho tienen que ver con la promoción internacional, más allá de que el país cuenta con destinos tradicionales que conquistan a aquellos turistas que desean vacacionar a pleno sol y playa. Con este fin es que en 1999 se creó el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), el cual fue de vital importancia para que el país acogiera cada vez más turistas extranjeros, ya que con la instalación de las distintas oficinas alrededor del mundo, el destino pudo promocionar sus encantos más allá de las fronteras con capacitaciones, eventos, fam tours, entre otras actividades que ayudaron a dar a conocer sus múltiples destinos. Los fondos para sostenerlo provenían de la recaudación del Derecho de No Residente, el cual se le cobra al turista extranjero que ingresa al país vía aérea. Esta recaudación asciende anualmente a 8.000 millones de pesos mexicanos, de los cuales 10% se destinan al Fondo Nacional de Fomento al Turismo; 20% al Instituto Nacional de Migración y el restante 70% lo ejecuta el CPTM.
Pero todo parecía indicar que en el 2019, el organismo de promoción internacional no llegaría a celebrar los 20 años ya que el nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), decidió eliminarlo, dejando a las Embajadas como únicas responsables de la actividad. “Se seguirá realizando la promoción del país, pero con un gasto más eficiente, aprovechando las Embajadas de México en el mundo”, explicó Luis Alegre Salazar, presidente de la Comisión de Turismo en la Cámara de Diputados.
“De una vez se los comento, entra en liquidación el Consejo de Promoción Turística de México. Es un hecho su desaparición, vamos a ser un Estado no obeso sino más delgado, más productivo”, esgrimió el nuevo secretario de Turismo de México, Miguel Torruco Marqués y agregó: “Vamos a dar resultados con dos subsecretarías, no con tres. México ha iniciado un cambio profundo que impactará de manera significativa los diversos aspectos de la vida económica, política y social del país”.
En este mismo contexto, comentó que el 100% de los recursos provenientes del Derecho de No Residente (DNR), que eran destinados al CPTM, se utilizarían para la construcción del Tren Maya. Además, el funcionario destacó que en breve lanzarán “una novedosa plataforma de promoción”, y que se usarán pautas oficiales en radio y televisión para la publicidad del destino, y el financiamiento de la participación en Ferias internacionales se solventará con patrocinios del sector privado y un grupo de empresarios “solidarios”.
Asimismo, el presidente AMLO pidió disculpas por la desaparición del organismo, ya que las voces en contra comenzaron a aparecer, y sostuvo, junto a otros funcionarios de su equipo, que la promoción de México no va a desaparecer, aunque esto no parece convencer a muchos.
Esto también se suma a otro punto poderoso de bienvenida de AMLO: la suspensión de las obras del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, hecho criticado fuertemente por organismos internacionales como IATA.
Sector privado al frente
La presión empresarial se hizo esuchar bien fuerte. “La desaparición del CPTM y la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco provocarán un freno en el crecimiento turístico de este sexenio”, aseguró Pablo Azcárraga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico. “Nos preocupa que se tomen decisiones tan fuertes como la de desaparecer el Consejo sin haberlas comunicado, porque genera desconfianza, incertidumbre y eso es lo que está pasando en el sector turístico de México”, arremetió el empresario y sostuvo que es “lamentable la falta de atención del nuevo gobierno para atender las peticiones de los empresarios”. Pero además, Azcárraga le solicitó a Torruco Marqués que aclare cuáles serán las estrategias que se utilizarán para atraer un mayor número de visitantes al país, así como el apoyo de los inversionistas.
A su vez, hizo hincapié en el crecimiento del turismo durante la administración pasada (bajo el mando de Enrique Peña Nieto), responde al “trabajo en conjunto de la iniciativa privada y de los tres niveles de gobierno, lo que permitió una mayor promoción a nivel internacional de la marca México”.
Por su parte, el periodista mexicano Alejo Sánchez Cano de El Financiero, afirmaba que la degradación del CPTM es un “grave retroceso”, ya que la decisión de AMLO traerá “graves consecuencias que impactarán en la menor entrada de divisas, y sobre todo en el desarrollo regional y generación de empleos, toda vez que al mermar los flujos de visitantes del extranjero se inhibe la actividad turística en varios destinos del país que dependen casi exclusivamente de esos visitantes.”
“En la actualidad no hay un solo estado de la República que no reciba los beneficios que acarrea el pleno funcionamiento del CPTM, tanto por las campañas de publicidad y relaciones públicas que emprende en el mundo, como los propios programas cooperativos que representan un extraordinario ingreso a los destinos turísticos”, remarcó.
En este sentido, el Director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, Darío Flota Ocampo, en diálogo con el sitio El Economista, afirmó que la desaparición del CPTM “hará más cara la difusión de la oferta turística de las entidades federativas, particularmente en el caso de la contratación de espacios en Ferias internacionales. En esa misma proporción incrementará el costo para cadenas hoteleras y demás firmas privadas que se beneficiaban del subsidio que aportaba el CPTM para asistir a las mismas”, sostuvo.
“Tendremos que hacer más sacrificios; la desaparición del CPTM viene a pegarle por supuesto a la promoción; nos hacen falta recursos, tendremos que sacarlos de otros lados; la sábana es la misma, si la jalas, te destapas los pies; entonces hay que ir ubicando de dónde recortar, estamos estimando ahorro en gasto corriente de hasta 30% para el 2019”, detalló.
Por su parte, Conrad Bergwerf, presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya, remarcó de manera tajante: “Vemos con gran preocupación la eliminación o el cese de actividades del CPTM. En los últimos años se había avanzado mucho en relación a este tema y se había logrado posicionar a México como marca a nivel internacional y la marca México es muy potente. Con este cambio, damos un paso para atrás y todo lo que sea promoción turística va a recaer en manos de gobiernos estatales y el sector privado. Vamos a volver a como estábamos hace 30 años”.
En el sitio El Independiente, el Presidente de la Asociación de Cruceros de México, Arturo Musi, también declaró estar en contra de la desaparición del CPTM y consideró que “antes de desaparecer un medio de promoción y de imagen tan importante para el país, tendría que haber otra propuesta”.
“Si México estaba subiendo los niveles de turismo a nivel de competencia internacional, es porque algo se estaba haciendo bien. ¿Qué vamos a hacer ahora para seguir en esta tendencia?”, formuló.
Quien también brindó su visión fue Gustavo Bolio, miembro y secretario nacional del Skal Club de México, durante la asamblea anual de presidentes de la asociación, quien afirmó que es “una decisión muy complicada y que en el mundo del turismo ha causado un disgusto ya que durante muchos años el CPTM ha sido el organismo que se ha dedicado a promover todo México en el extranjero, por lo que al perder un Consejo que tenía cierta autonomía se pone en riesgo la penetración del país en otros destinos.
“Las asociaciones de hoteles del club Skal estaremos defendiendo muy fuertemente que el CPTM continúe, que tenga voz y voto a nivel internacional y que podamos continuar promoviendo a México como se merece. Desde nuestra trinchera levantaremos la voz para que el CPTM siga haciendo las funciones que hoy vemos y que debería tener mucho más”, sintetizó.
Un aire de esperanza
Todo parece cambiar ya que en las últimas horas trascendió que en el presupuesto 2019, habrá 600 millones de pesos mexicanos destinados a financiar el CPTM, por lo que el organismo todavía no va a desaparecer como lo habían anunciado desde el gobierno. Se cree que esto se debe a la negociación que habría comandado el empresario Pablo Azcárraga (del fuerte grupo Posadas), uno de los principales defensores del organismo. El sector privado mexicano, por ahora respira.
El proyecto es ambicioso y se pone a la altura de otros trenes turísticos que alrededor del mundo han sido un anzuelo perfecto para que los visitantes recorran un destino más en profundidad.
El Tren Turístico Maya recorrerá alrededor de 1525 kilómetros, de los cuales 95 por ciento cuenta con derecho de vía, que son los terrenos del Estado. Inicialmente arrancará con 15 estaciones distribuidas en cinco estados: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Para minimizar el impacto ambiental, se utilizarán tramos que ya existen que incluyen vías, rutas o líneas de alta tensión.
AMLO prevé que el costo del Tren Maya sea entre 120.000 y 150.000 millones de pesos, lo que equivaldría a unos 6.200 – 7.800 millones de dólares. Esto se va a financiar mediante los fondos de los impuestos que se recaudan al turismo: unos 7.000 millones de pesos (366,7 millones de dólares) cada año (que eran destinados al funcionamiento de las distintas oficinas del CPTM), además de iniciativas privadas.
Las obras ya arrancaron el domingo 16 de diciembre y contó con una ceremonia indígena en la que se le pidió “permiso” a la Madre Tierra para trabajar en su ámbito.