Las obras del Paseo del Bajo ya forman parte del paisaje de Puerto Madero, pero los empresarios gastronómicos reclaman que, a raíz de esto, las ventas bajan todos los días ocasionando pérdidas de hasta un 50 por ciento en las facturaciones. ¿Hay respuestas?

Ingresar a la Avenida Alicia Moreau de Justo caminando es una carrera de obstáculos, pero si se quiere llegar hasta allí en un vehículo particular, las cosas se ponen aún peor, ya que las obras del Paseo del Bajo (que arrancaron hace algunos meses) acapara gran parte de los accesos que sólo están controlados por algunos agentes de tránsito que hacen “lo que pueden”, sobre todo en horas pico, sin todavía pensar en cómo esto se va a intensificar en marzo cuando la mayoría de los porteños vuelva a sus trabajos o estudios por esa zona.

Actualmente los accesos al sector norte de los restaurantes se han reducido de 14 alternativas a sólo una. Se trata de un carril por Macacha Güemes. Se han ido cerrando también los ingresos por Antártida Argentina, Viamonte y Corrientes. En el sector sur, el panorama no es mucho mejor. Aunque quedan algunos, los accesos también se han restringido drásticamente. Alicia M. de Justo, desde Moreno hacia Córdoba, tiene apenas un carril habilitado para circular.

Es innegable que el proyecto va a mejorar el tráfico de la zona (Ver recuadro "Cómo es el proyecto") que de por sí es pesado, pero en el mientras tanto, el daño colateral lo sienten los empresarios y trabajadores del Polo Gastronómico de Puerto Madero que en la actualidad comprende cuatro mil puestos de trabajo distribuidos en aproximadamente 50 establecimientos que están siendo afectados.

Otro agravante tiene que ver con la reducción de plazas disponibles para estacionar, que pasaron de 4760 a 1500, lo que dificulta aún más la llegada de clientes a la zona, ya que la mayoría ingresa con autos particulares y no tiene lugar para dejarlos. Según los empresarios de la zona, esto hace que la fidelización con los clientes se pierda, ya que los comensales habituales están tomando la decisión de elegir otros puntos de la ciudad en donde tengan un punto accesible.

Reclamos urgentes

El jueves de la semana pasada, la AHRCC convocó a medios de prensa y a los distintos empresarios del Polo Gastronómico para que expusieran las diversas problemáticas que están atravesando. También, según las autoridades de la entidad, fueron convocados diferentes actores del Gobierno de la Ciudad, pero no se hicieron presentes. De todas formas, la presidente de la Cámara de Restaurantes, Verónica Sánchez, afirmó que desde ese lado siempre los han escuchado, pero no les brindan soluciones al respecto. “No necesitamos más oídos, lo que necesitamos son respuestas porque nuestros negocios ya no aguantan más esta situación”, graficó y señaló que desde el empresariado no se oponen a la obra en sí como progreso ya que “también está el nuestro”, sino que desde su planificación se “olvidaron” de considerar la serie de problemas que hoy están transcurriendo. “Esta es una obra que se ha llevado adelante en la que se han olvidado que hay inversiones y que hay en juego 4 mil familias que comen de nuestra actividad. Paradójicamente el año pasado Buenos Aires fue declarada Capital Iberoamericana de Gastronomía y nos llama la atención que en el marco de este privilegio con el que ha sido honrada la ciudad, no se haya tenido en cuenta la situación especial por la que está atravesando este Polo Gastronómico”, comentó y esgrimió: “Salen a buscar inversiones al exterior y no cuidan a los empresarios que invertimos en el país”.

“Esto es un llamado a la reflexión, a la cordura, al trabajo en conjunto, al diálogo y es un llamado en búsqueda de soluciones para que todos los que estamos comprometidos y embarcados en esto, podamos encontrar una salida concreta”, concluyó.

En esta línea, el presidente de la AHRCC, Camilo Suárez, declaró que no hay una sola respuesta para las soluciones “las aristas son varias: está el tema fiscal, no se puede entender que un negocio que hoy está teniendo un 40 por ciento menos de público por culpa de la obra tenga que pagar los mismos impuestos que el resto”.

“No se entiende que no haya por lo menos una cartelización de los ingresos, nadie sabe por dónde tiene que entrar y tampoco se entiende que no se cuide uno de los mejores atractivos turísticos que tiene la ciudad”, esbozó.

En esa misma convocatoria se firmó un petitorio en el que expresan las problemáticas y resaltan que “los empresarios gastronómicos y las organizaciones representativas del sector, nos encontramos en estado de alerta, atentos a la grave situación por la que atraviesan nuestros negocios. A la crisis económica que venimos sorteando hace años, se suman serios perjuicios que las obras del Paseo del Bajo irrogan a locales comerciales. No nos oponemos ni a las obras ni al progreso, pero es imperioso que las autoridades atiendan a nuestras inquietudes y nos den respuesta a nuestros planteos.”

Hasta ahora, y con una situación crítica en manos, desde el Gobierno de la Ciudad no se ha esbozado una respuesta oficial que ayude a que las fuentes de trabajo se sigan manteniendo y, en el mientras tanto, en Puerto Madero sólo reinan el caos y la incertidumbre.

¿Cómo es el proyecto?

Según el Plan de Obra que ofrece el Gobierno de la Ciudad en su página web, el Paseo del Bajo ya lleva un 33 por ciento de avance sobre el total de la obra que finalizará en 2019.

La obra se extenderá desde la autopista Buenos Aires - La Plata sobre las avenidas Alicia Moreau de Justo y Huergo-Madero, y luego por las avenidas Ramos Mejía, Antártida Argentina y Castillo hasta su empalme en el norte con la autopista Illia. El nuevo tramo tendrá 6,7 kilómetros de extensión y contará con 60.000 m2 de nuevos espacios públicos a lo largo de la traza del Paseo.

“En busca de sustentabilidad ambiental y visual, se optó por un diseño de trinchera abierta –semi soterrado– destinado a la circulación de tránsito pesado y micros de larga distancia, para descongestionar así las avenidas Alicia Moreau de Justo y Madero - Huergo para el tránsito liviano y los colectivos urbanos”, explican desde el organismo desde donde también explican que los camiones y micros podrán bajar desde la autopista Buenos Aires - La Plata, cruzar la zona del centro a través de la trinchera sin semáforos que los detengan e ingresar en forma directa al Puerto de Buenos Aires y la Terminal de Ómnibus de Retiro.