Al intervenir en el reciente Cruise Shipping Miami, un alto ejecutivo de la
Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (Cruise Lines International
Association, CLIA), Howard Frank, anunció que en la búsqueda de “una voz más
unida y poderosa” las principales asociaciones de navieras formarán una
coalición global.
Más de una decena de asociaciones regionales representan el negocio de cruceros
en todo el mundo. En ese marco, Frank adelantó que “comenzando en 2012, la CLIA
y otras organizaciones trabajarán más conjuntamente”, y precisó que la industria
global ya autorizó un estudio con ese objetivo.
Grupos como la propia CLIA (26 de las más importantes compañías del mundo), la
Asociación de Cruceros Caribeños de la Florida (FCCA), la Asociación de Cruceros
del Noroeste y de Canadá, el Consejo Europeo de Cruceros y la Asociación de
Transporte de Pasajeros por Barco (Passenger Shipping Association) ya han
desarrollado un trabajo conjunto en los últimos tiempos.
Ello se reflejó particularmente tras el naufragio del Costa Concordia, cuando la
CLIA, el Consejo Europeo de Cruceros y la Passenger Shipping Association unieron
fuerzas para afrontar la crisis y conformaron rápidamente una sesión informativa
para los medios internacional con un panel de expertos en seguridad marítima.
La presidenta y CEO de la CLIA, Christine Duffy, ha dicho a Seatrade Cruise
Review que mucho antes del accidente del Concordia su organización ya estaba
promoviendo una mayor cooperación entre sus similares de todo el mundo.
“Somos una industria global y tiene sentido que hablemos con una sola voz”, dijo
Duffy, quien agregó que “muchos de los problemas que el sector enfrenta hoy
tienen que ser abordados con una perspectiva global”.
Explicó que no ve la necesidad de ir tan lejos como hasta una fusión de los
diferentes grupos, pero sí una actividad coordinada para “racionalizar y tener
claridad en cuanto a  misión y alcance”.
Más allá de trabajar juntos en torno a los problemas de la industria, hay muchas
áreas potenciales de influencia en términos prácticos. En ese sentido, la
ejecutiva afirmó que en el terreno de la tecnología, por ejemplo, la CLIA
adquirió un nuevo sistema de gestión que está siendo implementado en fases y que
podría ser adoptado globalmente, de modo que haya un acceso más eficiente a la
información y que ésta pueda ser compartida