Para unos pocos
Para los amantes de lo exótico, los viajes espaciales son todo un desafío. Hace unos años, quien pensó que en algún momento se podrían realizar este tipo de viajes era considerado un iluso, sin embargo, esa premisa hoy está cada vez más cercana, pero para quienes posean U$S 200.000 para pagar su vuelo y tengan el coraje de hacerlo.
Un viaje fuera de lo normal
La nave que llevará a los futuros pasajeros viaja unos 100 kilómetros hacia el espacio exterior, más exactamente a la estratósfera. Allí, los turistas podrán observar el maravilloso espectáculo de la Tierra girando sobre su órbita, sumándose a los algo más de 500 seres humanos que han visto la Tierra desde el espacio exterior. La nave SapaceShip II que construye Virgin Galactic está realizada con material ligero a base de compuestos de carbono y posee varias ventanas circulares en los laterales y en el techo.
La increíble aventura durará dos horas y media desde el momento que deje la base, el Space Port America, en el desierto de New Mexico, hasta el exterior, incluyendo los cinco minutos de gravedad cero que disfrutarán los pasajeros.
“Cada nuevo logro que Virgin Galactic concreta, nos acerca al turismo espacial”, expresó el CEO de Virtuoso y viajero fundador de Virgin Galactic , Mathew D. Upchurch, CTC y continuó: “Hace 50 años el presidente JFK prometió que los Estados Unidos llegarían a la luna antes del fin de la década, hecho que se consumó. Es sobresaliente ver el progreso que el sector privado ha logrado con el viaje espacial comercial.
En diciembre de 2009 se presentó la SS2 SpaceShip II, una nave de seis asientos y al año siguiente se realizaron 4 vuelos de prueba en planeo y sin pasajeros. Éstos continuarán a lo largo del 2011, al mismo tiempo que la SpaceShip II se prepara para su primer vuelo propulsado por un motor altamente especializado.
La nave
La SS2 despegará suspendida bajo las alas de una nave nodriza apodada White Knight (El caballero blanco).
Las naves se separarán a los 18,3 kilómetros de altura, “alcanzando 3.200 kilómetros por hora en 10 segundos”. Una vez en el espacio, los viajeros podrán dejar sus asientos y flotar para observar la Tierra a través de amplias ventanas circulares.
Presencia en Argentina
Estos viajes tienen un representante en el país, Sergio Durante, dueño de Biblos Travel, quien comentó a Mensajero que aún ningún argentino ha reservado un pasaje. “El mercado argentino hasta el momento no se ha movido. Aunque hubo cuatro consultas concretas, lo que no generó una demanda inusitada del producto, sólo interés, pero por curiosidad” y siguió: “Se suman tres situaciones: que en Argentina no hay una masa crítica de gente extremadamente rica que son sus potenciales compradores inmediatos; segundo, por la forma de ser del argentino que quiere esperar a que se esto se concrete con el primer vuelo espacial comercial, y tercero la duda, ya que el americano es más confiado que nosotros. Hasta que no salga el primer avión tripulado y regrese nadie va a querer ser parte de esos pioneros que hagan los primeros viajes al espacio”.
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