Un relevamiento realizado por el Instituto para la Calidad Turística Española -ICTE -ha brindado datos de interés para cimentar las teorías, reflejadas en la conducta de los españoles, sobre algunas tendencias y hábitos que se notan en los últimos años en el comportamiento turístico. La forma de viajar, la manera para contratar el viaje, las motivaciones para elegir un destino y los valores determinantes, son algunos de los puntos evaluados para entender los cambios que se están produciendo en los consumidores de la industria.

Viejas y nuevas tendencias

Como primer punto destacable la encuesta refleja que aún hoy las agencias de viajes siguen siendo la principal forma de contratación de los españoles a la hora de planificar sus vacaciones, sin grandes variaciones en lo que respecta a los dos últimos años.
Sin embargo, también se comprueba un notable crecimiento de Internet como fuente de información sobre el destino  ya que en cuanto a la opinión de los viajeros, las redes sociales son utilizadas por el 25,34% de los turistas para dar a conocer sus sugerencias, frente al 13,73% de las que las utilizaban hace un año, lo que marca una tendencia en constante crecimiento si tenemos en cuenta que hacia 2009 ese número era casi 10 puntos menos.
Aunque se note un crecimiento en el uso de las nuevas herramientas para conocer más el lugar o los lugares a los que desean dirigirse, de momento la mayoría (62,77 por ciento) sigue teniendo predilección por otros tipos de canales a la hora de contratar un viaje. Esto podría marcar, como sostienen muchos operadores y agentes de viajes, que las generaciones que aún son viajantes sigue prefiriendo el trato cara a cara para formalizar el armado de sus vacaciones ya que ven en la otra persona una garantía de confianza gracias al contacto humano, del que una computadora carece.

Factores de peso

Con respecto a las razones de la elección de un determinado lugar para pasar sus vacaciones, los argumentos de los turistas españoles son variados.
La oferta hotelera y gastronómica sigue teniendo un gran peso diferencial para potenciar al destino por sobre otros, y en segundo lugar figura el buen clima, típico de los destinos de sol y playa, como también el paisaje y la naturaleza. Estas tendencias se mantienen con respecto a años anteriores, pero ahora se nota un incremento en la importancia del factor cultural a la hora de realizar la elección, y un desinterés en la posibilidad de práctica deportiva.
Y más allá de la belleza o los atributos con los que pueda contar de manera natural un destino, no se puede descartar el factor humano. El 93,27 por ciento de los encuestados consideran que factores como la amabilidad y el trato son imprescindibles para hacer un viaje placentero, y de cerca lo siguen la seguridad, la limpieza y la tranquil