Con vientos hasta 120 kilómetros por hora, Michael entró este lunes en la mañana en la categoría de huracán y se convirtió en una amenaza para el oeste de Cuba y el noroeste de Florida. Michael es considerado un huracán de categoría 1 pero el servicio meteorológico estadounidense prevé que se fortalezca y se transforme en un “gran huracán” el martes, lo que podría suponer que ascienda hasta la categoría 3. Se mueve a una velocidad de 11 kilómetros por hora.

El martes enfilará con más velocidad el golfo de México y el miércoles se espera que toque tierra en el noroeste de Florida. Desde allí avanzará hacia el este de Estados Unidos. El NHC declaró un aviso de huracán para la provincia cubana de Pinar del Río y de tormenta tropical para la Isla de la Juventud y la costa mexicana en la península de Yucatán. Las autoridades también advierten del alto riesgo en Florida por inundaciones costeras, lluvias intensas y vientos peligrosos.

El gobernador de Florida, Rick Scott, ha llamado “extremadamente peligrosa” la tormenta y ha declarado el Estado de emergencia en 26 condados, un trámite burocrático que le permite usar recursos extraordinarios y autorizar el posible despliegue de hasta 500 soldados de reserva.