La historia cambia y habla en cada momento. Avanza. Resulta que un análisis de medición ósea indica que restos hallados en una isla perdida en el Pacífico Sur corresponderían a Amelia Earhart, la legendaria aviadora estadounidense.

¿Cómo? ¿Por qué ahora? A saber. Richard Jantz, profesor emérito de antropología y director emérito del Centro de Antropología Forense de la Universidad de Tennessee, se tomó el trabajo de volver a examinar siete mediciones óseas realizadas en 1940 por el D. W. Hoodless, médico que había llegado a la conclusión de que los huesos pertenecían a un hombre. Un equis.

Usando varias técnicas modernas, incluyendo un software para estimar el sexo, la ascendencia y la estatura de las mediciones esqueléticas, Jantz encontró que Hoodless había determinado incorrectamente el sexo de los restos. El programa (Fordisc), en cuya creación el mismo Jantz participó, es utilizado por casi todos los antropólogos forenses certificados en Estados Unidos y en todo el mundo.

Los datos revelaron que los huesos tienen más similitud con Earhart que con el 99 por ciento de los individuos en una gran muestra de referencia. El nuevo estudio se publica en la revista Forensic Anthropology.

Earhart fue la primera mujer aviadora en volar sola a través del Océano Atlántico. Ella desapareció misteriosamente en 1937 mientras volaba sobre el Pacífico. Muchos supusieron que su avión se había estrellado contra el agua. Ella y su navegante, Fred Noonan, nunca más fueron vistos. Un grupo de investigadores, incluido Jantz, creen que la aviadora no murió al caerse su avión sino que sobrevivió un tiempo en la isla de Nikumaroro, a medio camino entre Hawai e Islas Salomon, donde se encontraron los huesos en 1940.