En medio de una gran expectativa y tras ser visitado por casi cinco mil personas el fin de semana, finalmente el glaciar Perito Moreno completó su ruptura ayer por la madrugada. Al momento del derrumbe, no había turistas debido a la intensa tormenta. "El estruendo fue muy grande, fue alrededor de las cuatro, cuando ‘llovía a baldes’ y cuando no quedaba gente en el mirador. Solamente estaban nuestros compañeros del parque que lo seguían desde el refugio", indicó Carlos Corvalán, intendente del Parque Nacional Los Glaciares.
El glaciar Perito Moreno, que el sábado fue visitado por casi cinco mil personas, finalmente completó su ruptura ayer a la madrugada, en medio de una tormenta y cuando la oscuridad y la lluvia intensa habían ahuyentado a los espectadores.
"El estruendo fue muy grande, fue alrededor de las cuatro, cuando ‘llovía a baldes’ y cuando no quedaba gente en el mirador. Solamente estaban nuestros compañeros del parque que lo seguían desde el refugio", señaló Carlos Corvalán, intendente del Parque Nacional Los Glaciares.
"El glaciar rompió otra vez de noche, como en el 2006. Fue de madrugada y en medio de la tormenta. Sin embargo, esta mañana amaneció totalmente despejado. Pasó la oscuridad y ya se ve el canal”, agregó.
Así, uno de los más majestuosos espectáculos de la naturaleza, uno de los destinos estelares del turismo internacional, ofreció esta vez su singular y bello espectáculo en la oscuridad, bajo la lluvia intensa y con plateas vacías.
Corvalán recordó que de los últimos rompimientos del "Perito Moreno", en 1988, 2004, 2006 y 2008, también el de hace seis años fue nocturno.
Centenares de turistas de la región, del país y del extranjero habían llegado en los últimos días a la ciudad santacruceña de El Calafate, la más cercana a este parque nacional, deseosos de presenciar ese pequeño cataclismo natural desde las pasarelas que permiten acercarse a 400 metros.
Incluso el parque había ampliado su horario, y permitía visitas de 6.30 a 20, pero mantuvo vedada la presencia de visitantes por las noches, por razones de seguridad.
Con cielo despejado, ayer se podía ver abierto el Canal de los Témpanos que lleva el agua del brazo Rico al sector principal del lago Argentino, por delante del frente del glaciar, un río helado de 31 kilómetros, con un frente de cinco kilómetros, que emerge 60 metros del nivel del agua.
El paisaje pudo ser visto desde todo el mundo a través de internet gracias a la cámara allí instalada por la Cooperativa Telefónica de El Calafate, en cuya página electrónica (www.cotecal.com.ar) tiene la opción "vivo glaciar".
El espectáculo que ofrece el "Perito Moreno" comienza cuando en su avance, la lengua de hielo llega a la península de Magallanes y cierra como un dique el brazo Rico, donde el agua comienza a acumularse y a presionar sobre la barrera de hielo.
El momento crítico del ciclo se produce cuando el aumento del nivel y la presión del agua en el Rico hace que, por flotación, la masa de hielo se desprenda del lecho rocoso, y se produzcan filtraciones hacia el cuerpo principal del lago Argentino.
Esas filtraciones y la presión del agua van deteriorando el dique de hielo, que en el proceso de perder poco a poco su masa por sucesivos desprendimientos, adquiere la forma de un arco, hasta que finalmente éste se derrumba por completo y deja despejado el Canal de los Témpanos.
En este ciclo, el canal quedó cerrado por el hielo en octubre pasado, el hielo se desprendió del fondo el 29 de febrero, y el bloque principal del dique, el techo del arco, cayó ayer a las 4, tras intensas lluvias que aceleraron el desgaste del hielo y la profundización de las rajaduras.
En el lado opuesto del frente del glaciar pasa casi desapercibida la masa de árboles que cubre la ladera del cerro, el bosque húmedo de una de las tres reservas estrictas del parque nacional más grande del país, con 726.900 hectáreas.
El área contiene en su otro extremo, al norte del lago Viedma, los cerros Fitz Roy-Chaltén y Torre, dos de las cumbres más difíciles del mundo debido a sus escarpadas paredes de roca, y la localidad de El Chaltén, llamada la "capital nacional del trekking", que también muestra el museo Glaciarium.
Entre todas esas maravillas destaca el "Perito Moreno", cuyos bloques desprendidos derivarán por el lago, a la vista desde El Calafate, mientras se deshacen en su viaje hacia el río Santa Cruz, que desemboca en el Atlántico.
El "Perito Moreno", con sus 254 kilómetros cuadrados de superficie, es el más famoso de los 353 glaciares que alberga el parque nacional, y el tercero en tamaño, precedido por el Viedma, de 977 kilómetros cuadrados, el Upsala, de 765.