El conflicto gremial no cesa. Y la semana pasada APLA, el gremio de los pilotos, y Aerolíneas Argentinas sumaron un capítulo más a esta Guerra Fría 2.0. 
Cruce de misivas, especulaciones y acusaciones crearon una escenario de incertidumbre, en el que una vez más los pasajeros fueron rehenes. 
Sin embargo, pese a los que muchos pronosticaban (o esperaban) la asamblea convocada para el jueves pasado puso paños fríos al asunto. “Les informamos que en el día de la fecha se llevó a cabo la continuación de la Asamblea General Extraordinaria iniciada el pasado 18/08 por las paritarias con Aerolíneas Argentinas”, así comenzó el comunicado emitido por la Comisión Directiva. La Asamblea, cabe destacar, contó con la presencia de 336 pilotos, los cuales se presentaron en Lezica 4031, donde se emplaza el edificio de la Asociación, que vio colmado su Salón de Actos y los espacios contiguos. Fue ahí, detallaron, donde se realizó una detallada exposición del curso de las negociaciones en los últimos meses y sobre cómo se llegó al escenario de alta conflictividad que enfrentan en la actualidad, tras el retiro de la última oferta salarial realizada a APLA por parte de la compañía. 
Luego de un debate, se sometió a votación una serie de mociones, entre las que se destaca la ratificación del mandato de la actual Comisión, para que así decida todas las medidas de fuerza correspondientes; como así también “declarar al gremio en situación de alerta y a la presente Asamblea en estado de sesión permanente”. Asimismo, cerraron el comunicado con la siguiente sentencia: “Quedando claro que APLA está más unida y viva que nunca, la moción fue aprobada por una abrumadora mayoría, sin abstenciones, registrándose un solo voto por la negativa”
¿Fuego amigo?
Por otro lado, en el comunicado también se repudió “cierta información periodística, que pretende dar la falsa imagen de divisiones o internas en la comunidad de pilotos, la que está unida y sindicalmente disciplinada, y en total armonía con sus directivos, en la lucha por un salario justo y condiciones dignas de trabajo”. El motivo no sería otro que una publicación realizada por el sitio Bing Bang News. En ésta se dijo: “Una renuncia sorpresiva y una sorda polémica se desató hoy cuando trascendió que la paritaria de los pilotos de APLA con Aerolíneas Argentinas provocó el alejamiento de Alejandro Botana, el veterano piloto que hasta ayer era el secretario General de UALA, Unión de Aviadores de Líneas Aéreas, gremio que agrupa unos 300 pilotos de cabotaje de Austral”.
Consultado por este medio, desde el departamento de prensa de UALA desmintieron la información, y agregaron: “En este momento Botana está reunido con representantes de Aerolíneas”. Asimismo, desde el medio sensacionalista también aseguraron: Hoy, en medio de unas tensas paritarias, Biró, según miembros de UALA, dijo que ‘no sólo pretende la cabeza de la presidenta de la empresa -Isela Costantini- sino también va a hacer todo a su alcance para voltear este Gobierno de Mauricio Macri’”. La cita en cuestión, lejos de aplacar los ánimos, se replicó (principalmente) en las redes sociales, generando el repudio de varios usuarios, quienes, ante lo conflictivo de la situación, reclamaron de manera vehemente que AR sea privatizada. 

Piñas van, piñas vienen
El punto de partida, se podría decir, arrancó hace dos viernes, con el fracaso de una nueva negociación salarial entre AR y los sindicatos. Por caso, la semana pasada no inició de la mejor manera, puesto que (como viene siendo una costumbre) Costantini envió una misiva, dejando en claro su postura para con el tira y afloje que se está dando: “Es importante estudiar algunos puntos de la propuesta discutida y por qué creemos que es un ofrecimiento razonable dentro de la realidad que atraviesa el país y de las posibilidades de la empresa”.
El ofrecimiento en cuestión consistió en un 35 por ciento de aumento no remunerativo durante 11 meses del acuerdo. “La oferta se encuentra por encima de los acuerdos paritarios cerrados en lo que va del año en distintas industrias y sectores productivos del país”, sostuvo la CEO y recalcó que tanto organismos públicos como privados estiman la inflación para el próximo año de un 17 por ciento.“Las amenazas expuestas en la reunión acerca de potenciales medidas de fuerza a efectuarse en los próximos días atentan contra la posibilidad de poder construir juntos -empleados y dirigentes gremiales- el futuro de crecimiento que anhelamos para cada trabajador y para la empresa”, consideró Costantini, al tiempo que aseguró: “Estas medidas causarían un daño mayúsculo a nuestra aerolínea de bandera, pondrían al pasajero de rehén, empañarían la reputación de buen servicio que estamos construyendo juntos y afectarían profundamente sus ya endebles finanzas”. Como era de esperar, la respuesta no tardó en llegar. Fue así que, con la firma de Biró, APLA emitió un duro comunicado. “Contrariamente a la lógica de cualquier negociación que hayamos tenido, lejos de buscar un acercamiento, la conducción empresaria tuvo una actitud inédita de confrontación que nos pone de cara a un conflicto de suma gravedad”.
Además, apuntó: “Los representantes de la patronal realizaron una extensa exposición sobre los pésimos resultados que tiene la compañía en el segundo semestre. Mientras el número de pasajeros ya ha disminuido un 5%, las proyecciones para noviembre (habitualmente un mes malo) marcan que se tendrán cifras muy negativas, las peores desde la asunción de esta gestión”.
A modo de cierre, sentenciaron: “Percibimos que de este modo nos buscan forzar a ir al conflicto para justificar los insatisfactorios resultados de una gestión y de una política económica que claramente no manejamos. 
Equivocadamente, quieren que paguemos con nuestros ingresos por sus actos y decisiones. Pero que quede bien claro: no vamos a resignarnos a luchar por una justa recomposición salarial”.

Tachame la doble
No bastaba con la puja entre el empresariado y los trabajadores, no. Porque ahora se sumó un actor pasivo, mediáticamente hablando, el Jefe de Estado, Mauricio Macri. Con una intervención estelar, una frase de antología, el Presidente concentró todas las miradas (¡y opiniones!): “Hoy, Aerolíneas Argentinas, nos cuesta dos jardines de infantes por semana. Tenemos que construir tres mil jardines para que todos los chicos de tres a cinco años tengan la posibilidad de recibir la mejor preparación antes de entrar al colegio”. El dicho se dio en el marco de un acto en la Quinta de Olivos, por la devolución de fondos de la Anses a la provincia de Córdoba ante la atenta mirada del  ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay y el gobernador cordobés, Juan Schiaretti.
De manera previsible, Pablo Biró lo cruzó. “No es inocente lo que dijo. Se dice que Aerolíneas es una empresa de vagos, que se resiste al cambio. No sé cuál es el cambio, ¿no recomponer los salarios desde septiembre del año pasado?”, planteó.


¿Qué dicen los datos?
A raíz del dicho del presidente Macri (“Hoy Aerolíneas Argentinas nos cuesta a todos los argentinos dos jardines de infantes por semana”), la plataforma Cheaquado.com se dispuso a corroborar cuán veraz es la declaración, la cual en principicio calificó como “Es verdad, pero…”. De acuerdo a la web: “En el proyecto de presupuesto 2017 se destinan $3 mil millones para la partida ‘Formulación y ejecución de políticas de transporte aerocomercial’, que depende del Ministerio de Transporte de la Nación”. Asimismo, aseguran: “Anteriormente, el Poder Ejecutivo Nacional reasignó partidas y aumentó los fondos destinados a la política aerocomercial. Pero siguiendo los lineamientos del presupuesto que se encuentra en discusión, se gastarían -si sólo se ejecuta lo presupuestado- más de $55 millones por semana, tanto en Aerolíneas Argentinas y Austral, como en las empresas que éstas controlan”. En el mismo presupuesto 2017, aclaran, la partida destinada al “Fortalecimiento edilicio de jardines infantiles”, que está bajo la órbita del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, tiene fondos por $5.600 millones. “Este programa abarca tanto la construcción de nuevos edificios como la ampliación, refacción y mejoramiento de establecimientos existentes en todo el país”, conceden. A la hora de ejemplificar, exponen: “Si bien no se especifican las diferencias del tipo de obra en cada proyecto (en todos se habla de ‘Construcción’), los fondos para jardines varían desde los cuatro a los $20 millones. Así, los recursos destinados en una semana a las políticas de transporte aerocomercial efectivamente superan por más del doble al costo de construcción del jardín más caro presupuestado para el año que viene”.