En los  Bicentenario de la Patria (25 de mayo de 2010 y 9 de julio de 2016) no sólo tendremos que recordar y reivindicar la historia escolar conocida, sino también detenernos un poco más en nuestro sector de los viajes; que con distintos  nombres, calidades y compromisos, siempre hizo posible lo que hoy se conoce como “servicios turísticos”, colonizando e integrando la  “Confederación de Provincias Argentinas”.
Ahora se logró un primer nivel en la jerarquía del Gobierno Nacional, con la denominación correcta, sin aditamentos, ya que turismo nace y vive de la integración de “disciplinas”. De allí que el próximo 11 de julio, fecha en que fue creada la institución turística, no sólo es momento para recordar sino de ir más allá y acelerar las estrategias para consolidar el nuevo escalón ganado.
 
Comienzo
Luego de la fecha de institucionalización en 1942 en la Argentina, el desplazamiento de turistas durante el primer gobierno peronista hacia diferentes destinos continuó con la tendencia en aumento de las décadas posteriores terminada la “2ª. Guerra Mundial”, gracias a la consolidación de un “Turismo Social”, que a partir de una serie de medidas, como el aumento de los salarios, la generalización del descanso semanal, de los días feriados obligatorios y pagos, el sueldo anual complementario y el derecho a vacaciones anuales pagas, favoreció las condiciones para el acceso al turismo de sectores más amplios de la población, fundamentalmente los asalariados urbanos.
En repetidas ocasiones el mismísimo presidente Perón se refirió al impulso que su gobierno le otorgaba a la promoción turística orientada hacia los sectores populares. Un ejemplo de ello son las palabras del Presidente Perón que se reprodujeron en una publicidad que realizó la Administración de Parques Nacionales y Turismo en 1946 y apareció en la revista Automovilismo: "Organizaremos viajes colectivos, se construirán campamentos y se habilitarán colonias de vacaciones y hoteles económicos en la sierra y en el mar, para que este programa no se limite a un pequeño sector del pueblo, posiblemente el que menos necesita oxigenarse, sino a todos los que pueden desplazarse y aprovechar 15 ó 20 días al año, con un pequeño desembolso y reparar sus energías”.
 
Cambios
El presidente Frondizi, valorizó en toda su dimensión la actividad dando presupuesto y autonomía al Ente Mixto de Conducción: Dirección Nacional de Turismo. En el Gobierno de facto de Onganía se le dio, al estilo de las herramientas del franquismo en España para ablandar la imagen del Gobierno, una Dependencia del Área de la Difusión, la que se disimula en tiempos de Lanusse con la creación de la Secretaría de Estado de Turismo.
La vuelta a la democracia en 1973 opta  por el combo político de Turismo comercial, Social y Deportes en una Secretaria de Estado, dependiendo del Ministerio de Bienestar Social.  El ambular sin dar pie a lo importante nos lleva hasta 1986 en que Francisco Manrique vuelve el tema al Poder Ejecutivo como Secretaría de Turismo; posta que en 1989 toma por toda la década. Ingresado el Presidente De la Rua, por un par de meses en el 2001,  Hernán Lombardi logra el ascenso a Ministerio sectorial en compañía de Deportes, Transporte Aerocomercial, Parques Nacionales y Cultura. Luego sigue con Daniel Scioli en el nivel de Secretaría, posta que toma por poco tiempo Germán Pérez. Luego iniciaría Enrique Meyer el ciclo 2003-2010.
 
Desafío

Lo ocurrido recientemente con la creación del Ministerio es un ideal sectorial soñado; por demás contemporáneo y justificado, que nos permite llegar al cumpleaños de la institucionalización 68 años después.  
¡Feliz Cumpleaños Institución Turística Argentina! Se inicia el camino de la demostración, el mayor de los desafíos.