La semana pasada, la Embajada de Estados Unidos en Argentina, anunció: “El Presidente Trump firmó una Orden Ejecutiva el 27 de enero para aumentar la seguridad del proceso de solicitud de visa en todo el mundo. Efectivo inmediatamente, el Departamento de Estado requerirá entrevistas de visa para todos los solicitantes”. Esta medida exceptúa  a los solicitantes de visas diplomáticas de gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales de categorías A-1, A-2, G-1, G-2, G-3, G-4, NATO-1 hasta -6, C-2 y C-3; a aquellos que hayan tenido una visa de la misma categoría y que haya expirado hace menos de 12 meses y a los menores de 14 y mayores de 79 años. Para este último ítem, hace algunos meses se había establecido que menores de 16 o mayores de 66 años, podían realizar este trámite por correo sin presentarse a la entrevista, algo que facilitaba sobre todo a las personas que viven en el interior y deben viajar a Buenos Aires para obtener su visa. 
Desde la Embajada avisan que el trámite puede demorar, por lo que recomiendan hacerlo con antelación  “Esto puede tener un impacto en el tiempo de espera para programar una cita en el Consulado. Se recomienda a quienes planeen viajar a los Estados Unidos que comiencen el trámite de solicitud de visa con la mayor anticipación posible”, advierten. Esta disposición también alcanza a países como Brasil, Colombia y Ecuador. 
Por otro lado, también se achicaron los plazos para renovar las visas vencidas, por lo que sólo podrán ser eximidos de la entrevista los demandantes que posean visas que hayan expirado hace menos de 12 meses. 
De todas formas, esta nueva disposición no realiza grandes cambios a los que ya estaban planteados. Respecto a esto, el representante del St. Petersburg - Clearwater CVB, Claudio Fernández, declaró: “Esta medida no nos afecta en el corto plazo, no es un problema inmediato. Los argentinos que viajan a Estados Unidos tienen los medios suficientes para comprobar que no viajan por una cuestión inmigratoria”. En esa misma línea y en consonancia el representante de la oficina de turismo de Miami para la Argentina, Uruguay y Paraguay, Carlos Asensio, manifestó: “El cambio es muy leve. El consulado siempre ha actuado muy bien con nosotros y esta nueva medida no va a cambiar nada”.
Asímismo, Fernández agregó: “Lo que sí me preocupa ahora, es la escalada de violencia y que esto se replique por las distintas políticas que se están llevando a cabo. Eso sí podría afectar al turismo”. 

Números argentinos
Para el mes de noviembre, Argentina se convirtió en el primer país del mundo en el ranking de emisión de visas; en ese periodo se entregaron 43 mil, superando a ese mismo mes en el 2015, cuando se habían entregado 29 mil, lo que significó un incremento del 50 por ciento.  Muchos afirman que este fenómeno se dio por el efecto Trump y los posibles cambios en el sistema, aunque también se acerca a la fecha en la que muchos ya tienen planificadas sus vacaciones de verano en el país del norte.

La raíz del asunto 
Desde hace décadas, Estados Unidos tiene en su mira a los países musulmanes,  ya que los considera como posibles  terroristas. Trump no le escapó al pensamiento de sus antecesores y fue más allá. El 27 de enero firmó un decreto que prohíbe la entrada a Estados Unidos a viajeros de siete países (son Irán, Iraq, Siria, Sudán, Libia, Yemen y Somalia) que en su mayoría profesan la religión musulmana. Este decreto rige por 90 días y también trae consigo la suspensión de la admisión de los refugiados por 120 días.  Desde su implementación se han propagado las protestas en el país y muchas voces opositoras salieron al cruce. 
Trump justificó el decreto alegando que está realizando medidas de revisión para “mantener a los radicales islamistas fuera de Estados Unidos. No los queremos aquí”. 
Esto ocasionó una gran confusión en los aeropuertos estadounidenses el día 28, cuando no dejaron ingresar a personas con las nacionalidades que poseen restricciones. 
Por este tema la Organización Mundial de Turismo (OMT) expresó su preocupación y  su “firme condena” por la prohibición del ingreso de estos ciudadanos señalados.  “La prohibición, por razón de nacionalidad, es contraria al principio de la libertad de viajar y a la facilitación de los viajes impulsada por la comunidad turística internacional, y mermará los inmensos beneficios que el sector turístico aporta en términos de crecimiento económico y creación de empleo en muchos países, incluidos los Estados Unidos”, declararon en un comunicado. Asímismo, su secretario general, Taleb Rifai, esgrimió: “Los retos globales exigen soluciones globales y los desafíos en materia de seguridad que afrontamos hoy no deberían movernos a levantar nuevos muros; al contrario, el aislamiento y las medidas discriminatorias, en lugar de aumentar la seguridad, harán crecer las tensiones y las amenazas” y agregó: “Además de los efectos directos, la imagen de un país que impone restricciones a los viajes de una forma tan hostil se sentirá sin duda entre los visitantes de todo el mundo y podría hacer caer la demanda de los viajes a Estados Unidos”. 
Por otra parte, la Asociación de Viajes del Pacífico (PATA, por sus siglas en inglés) calificó la medida de “contraproducente” y consideró que podría afectar severamente al turismo entrante y que esto sólo ha creado “una inmensa confusión entre los viajeros y las compañías de viajes”. Por su lado, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) afirmó que “prevenir los extranjeros entren a los Estados Unidos”, es una acción equivocada que podía afectar la economía del país. 
En este contexto, IATA se opuso a realizar cargas adicionales a las compañías aéreas “para cumplir con requisitos poco claros, soportar los costos de implementación y enfrentar posibles sanciones por incumplimiento”. 
“Pedimos claridad temprana de la administración de Estados Unidos sobre la situación actual y exhortamos a todos los gobiernos a que proporcionen suficiente coordinación anticipada de los cambios en los requisitos de entrada”, solicitaron.
Las empresas reaccionan
En el sector turístico privado, Expedia, por ejemplo, manifestó su descontento con la medida ya que posee trabajadores que pertenecen a las nacionalidades afectadas y sin ir más lejos, su CEO, Dara Khosrowshahi es iraní.  Por eso suma a las acciones legales que realizará el fiscal, Bob Ferguson, quien pide invalidar el decreto ya que lo considera inconstitucional. A esta acción también se suman Seattle, Microsoft y Amazon. 
Por otra parte, y aunque muchos lo vean como una acción pura de marketing, el sitio de alojamientos Airbnb anunció que ofrecerá alojamiento gratis a todas las personas que se manifiesten perjudicadas por esta medida. “Airbnb proporciona un alojamiento gratuito a los refugiados y a toda persona a la que se prohíbe ingresar a Estados Unidos”, publicó en  Twitter Brian Chesky, presidente de la empresa. En esta misma línea, en Uber manifestaron que se comprometen a ayudar a los choferes que se vean afectados, mientras que su competidor Lyft, aseguró que dará  un millón de dólares a la organización de defensa de derechos civiles American Civil Liberties Union (ACLU) la cual se manifestó ante la justicia en contra de la medida de Trump. Con todas estas acciones en contra, ¿se replanteará ser algo más flexible? 


El muro de la discordia
Esta es quizás una de las medidas que más ha resonado a la hora de debatir sobre las acciones de Donald Trump. Desde la Casa Blanca, ya hablan de tenerlo listo en los próximos dos años, según lo manifestó el nuevo jefe de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly: “El muro será construido primero allí donde más se necesita y luego se complementará. Así es como yo lo veo. Realmente, espero tenerlo listo en los próximos dos años”. Entre los argumentos se expresa que es para frenar la inmigración ilegal del país vecino. 
Por parte de México, se está realizando una fuerte campaña para revalorizar lo nacional. En materia turística, una de las voces que se alzaron fue la del Saúl Ancona Salazar, Secretario de Turismo del gobierno del Estado de Yucatán, quien manifestó: “Ante los recientes acontecimientos en nuestra relación con Estados Unidos de Norteamérica, desde mi particular punto de vista creo que desde el turismo podemos ser un gran activo para dignificar nuestro país. Tenemos que ser mejores anfitriones con nuestros visitantes, decirles a esas corrientes de turistas de la Unión Americana lo que somos, lo que representamos (no serviles); sí, anfitriones, embajadores de esos miles de mexicanos que están del otro lado, ser voceros ante esos turistas norteamericanos que somos ciudadanos de primer nivel, como lo son nuestros compatriotas del otro lado de la frontera”.