Increíblemente el fin de Orizonia no tenía porqué ser el peor de todos.
La política española parece que fue la culpable de este desastre (por lo menos de su abrupto final) ya que el mismo presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, tuvo que salir a explicar a la prensa porqué no pudo concretar la compra considerando que ellos también han sido “otros perjudicados más”.
En este sentido, ellos habían ofrecido 60 millones de euros, de los cuales puso 15 sobre la mesa. A cambio asumía el control del grupo y salvaba, al menos momentáneamente, la continuidad.
En una rueda de prensa, el empresario que agradeció al Gobierno el apoyo prestado durante todo el proceso, afirmó que su grupo es una empresa “saneada competente y solvente” en primera línea de mercado y que no podían poner en peligro porque Competencia no le asegura la operación. También, Hidalgo confirmó que tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como otros cuatro ministros dieron el visto bueno a la compra de Orizonia.
Pero, finalmente, la operación se ha quedado a medio camino. “El Estado ha hecho todo lo posible para que saliera adelante la operación, pero no ha podido intervenir al ser independiente la Comisión Nacional de Competencia, el problema es de la legislación”, ha asegurado Hidalgo en una rueda de prensa que no ha llegado a la media hora de duración.
“El principal culpable de la situación de Orizonia es la ley”, aseguró el responsable jurídico de la compañía Ramiro Campos, quien añadió que aunque no comparten la decisión la respetan.

Finalmente aprueban la compra
En el mientras tanto, durante el miércoles 27 se anunciaba el cierre de la operación que permitirá mantener unos 900 empleos. Se deo al conseguir la aprobación de la mayoría de sus acreedores con respecto a la venta al grupo Barceló de una parte de la aerolínea Orbest, y de 157 agencias de la red de Vibo. Con este acuerdo, más el sellado con Globalia por la hotelera Luabay, también se anunció que se podría pagar a los empleados sus salarios de febrero.
En efecto, Barceló señala que “acelerará la integración de 157 locales en los que hasta ahora se ubicaban oficinas de Vibo”, donde “arrancará su actividad desde cero”. Por otro lado, el grupo turístico confirma que a partir de ahora gestionará los tres aviones de la división de Orbest en Portugal, uno de largo radio y dos más para recorridos de media distancia. Según se informa, un Airbus A330 adquirido por la empresa se destinará para vuelos al Caribe, donde el Grupo Barceló tiene el grueso de sus hoteles más rentables y dos A320, de corto y medio radio, los incorporarían a su división emisora.