“La cuestión no es enfrentar a nadie, sino convencerlos de que trabajen”
“Muy buenas tardes a todos y a todas. El 21 de julio del 2008 el Estado argentino, a través de su Presidenta, decidía recuperar la línea de bandera por varias razones: la primera, porque tal vez ustedes no recuerden la fecha, pero hacía apenas cuatro días de la crisis más fuerte que se había sufrido en la República Argentina en muchas décadas y especialmente en mi gobierno que culminó con el voto no positivo del vicepresidente de la República. No, no, no, lo digo simplemente para qué midamos el cuadro de situación, el momento político e histórico en que esta decisión fue tomada. Tal vez en el momento más difícil de todo el gobierno, que comencé el 10 de diciembre del año 2007; lo digo también porque por ahí cuando uno escucha que no se pueden hacer cargo de un subte, administrado por una empresa nacional, solvente, con un solo gremio, en una situación económica y social sustancialmente diferente a la de Aerolíneas Argentinas, quiero recordarles a todos los argentinos -y especialmente a quienes tienen responsabilidades sindicales e institucionales- que esta Presidenta se hizo cargo de esta compañía en nombre de todos los argentinos en ese momento: quebrada, vaciada, sin aviones, dejada de la mano de quienes la habían quebrado, con el desempeño también de seis sindicatos en su interior. Es complicado conducir cualquier empresa con seis sindicatos. Esto me lo puede entender cualquier empresario que normalmente tiene uno o dos; acá tenemos seis agrupaciones sindicales, con las cuales hay que articular intereses y al mismo tiempo articular entre ellas y en un momento económico también difícil: el mundo se caía a pedazos, ya había comenzado lo que iba a culminar en la crisis de Wall Street y sin embargo, tomamos la decisión, sin echarle la culpa a nadie y nos hicimos cargo como nos hemos hecho cargo de todos y cada uno de los problemas de los argentinos, los hubiera ocasionado quién los hubiera ocasionado (aplausos).
En ese momento tuve el compromiso, como presidenta y pedí también un compromiso a los trabajadores de la línea. ¿Cuál era el compromiso que teníamos que tener desde el Estado? Volver a reconstruir una línea aérea devastada, con inversiones, con decisiones.
Logros
Hoy aquí estamos inaugurando el hangar para los nuevos 20 aviones Embraer, que adquirió esta administración… (aplausos y cánticos), no, no, no, si la cuestión no es enfrentar a nadie, la cuestión es convencerlos de que trabajen, nada más que eso (aplausos). No hay que pelear, no hay que confrontar, hay que persuadirlos de que tienen que trabajar todos los días para levantar cada día más la aerolínea (aplausos)...
No son los únicos logros alcanzados, yo debo felicitar a la conducción de Aerolíneas, al ministerio de Planificación por cómo hemos aumentado las frecuencias de vuelos internos, en un 36%, que significa conectar a nuestros compatriotas, que estaban desconectados (aplausos). Quiero felicitarlos porque a pesar de que la Aerolínea sigue siendo deficitaria -como lo son, además, la mayoría de las aerolíneas del mundo- han hecho una reducción más que notable de ese déficit, al año 2010, del 48%.
También con la incorporación de nuevos vuelos y líneas, como el Corredor Federal, que ha conectado todo el sector turístico. Una iniciativa también del ministro de Turismo, que trabaja articuladamente con la empresa y con Planificación, para lograr que esta empresa de servicio para los argentinos también sea una empresa que nos genere ingreso de divisas de turistas extranjeros que vienen a conocer Argentina y gastar su dinero acá generando trabajo para millones y millones de argentinos (aplausos).
Turismo
El turismo representa casi el 7% del PBI, pero yo sería injusta si no reconociera que estoy ante la inmensa mayoría de trabajadores que colaboran todos los días y se rompen el alma para que todas las cosas salgan bien. Para ellos mi agradecimiento; para los que todavía no entendieron mi pedido, como Presidenta de la República, ese señor que está sentado ahí y que se llama Mariano Recalde no lo puso el Espíritu Santo, lo nombró esta Presidenta (aplausos). Además, el plan que fuera presentado esta semana por el ministro de Planificación, junto al ministro de Trabajo y el ministro de Turismo, fue elaborado y me fue consultado, paso por paso, en Olivos, antes de ser anunciado. Que nadie confunda a nadie: la que decide es esta Presidenta por mandato popular (aplausos).
Boicots encubiertos
Y también quiero hablar, porque no sería sincera si no lo hiciera, de las cosas que hemos visto en los últimos tiempos, lo que yo denomino boicots encubiertos, porque no son acciones declaradas y abiertas, sino que son vuelos que no salen, vuelos que se cancelan. Vienen desde la época de Marsans, pero con Marsans se entendía, ahora hacer lo mismo que se hacía en aquella época, donde se vaciaba la empresa, hacerlo con un Gobierno votado democráticamente, que recuperó la línea de bandera, ¿saben qué siento? Que esa frase, que todos me repetían monocordemente: “Aerolíneas somos todos”, ahora parece que Aerolíneas son unos pocos y la verdad es que yo no quiero que sea así. Yo quiero que Aerolíneas sea de los 40 millones de argentinos (aplausos).
Charlando con Mariano (Recalde) me decía que recurrentemente en los vuelos del interior, el vuelo que más problemas tiene siempre es el de Río Gallegos. ¿Qué raro, será por Néstor, será por mí?
Estas cosas de boicot encubierto que nos hacen perder no solamente millones de dólares, como el último conflicto que nos hizo perder 20 millones de dólares, ¿Por qué? Porque no solamente es el dinero que uno tiene que devolver de los pasajes, ni los hoteles, la comida y los transfers para cada uno de los pasajeros que se quedan sin el servicio, ahí también se calcula internacionalmente la pérdida de prestigio de una compañía, cuyo deber es llegar a punto, el día y en la hora, que le dijo al cliente, que pagó su pasaje. Por eso les pido a todos el máximo de colaboración.
Por eso quería venir hoy aquí, también porque algunas manifestaciones que escuché, acerca de la juventud, pareciera ser un pecado tener menos de 40 años. No sé si hablan desde la envidia, aquellos que tienen más de 50 ó 60, o hablan simplemente con las rémoras del pasado, frente a jóvenes que han logrado que nos volvamos a incorporar a IATA, a Sky Team, que nos han vuelto a poner de vuelta como una línea de bandera digna de ser tomada. Pero, además - creo que hasta de chiquilines los trataron - hasta hace poco si uno era piloto de un vuelo, o de una línea no podía volar en la otra, algo así como: “no te dejo volar en mi avioncito porque sos del otro avioncito” (aplausos). Díganme, eso no es de jóvenes, eso casi le diría que es de niños, de infantes, como cuando nos peleábamos y el gordito se llevaba la pelota a la casa para que no jugara el resto… ni siquiera de jóvenes.
El momento oportuno
Por eso quiero dejar en claro: la necesidad de abordar estas cuestiones es una decisión política nacional. Y ustedes dirán: “¿y por qué no antes?”, y esto lo sabe Julio (De Vido) muy bien, y lo sabe Mariano (Recalde) porque era un permanente negociar para que no cayera el vuelo, para que no se nos juntará la gente en Ezeiza e hiciera escándalos. ¿Por qué? Porque siempre privilegiamos al usuario, a costa de muchas otras cosas. Cuando yo escuchaba declaraciones que los vuelos están mal programados, cuando quien programaba los vuelos eran precisamente los que los boicoteaban; cuando decían que la operación estaba mal hecha y los que gerenciaban la operación habían sido puestos por ellos mismos, realmente me pareció ya más que una falta de cooperación, un ejercicio de cinismo inadmisible, en una Argentina que tiene que servirle a los 40 millones de habitantes y no a un puñado, que se cree con privilegios sobre los demás (aplausos).
Quiero decirles a ustedes, y a todos los argentinos, que las políticas son claras y concretas y quiero que sepan que cada argentino que decida viajar en Aerolíneas, que el estado argentino ha puesto todo lo que podía poner que son políticas y dinero porque son inversiones para hacer mejor la prestación y la operación y que si hay un problema, creo que en buenos modos, dado que no creo ni en las agresiones, ni en las violencias que tanto enferma el mundo y a nosotros, le pida a ese hombre o esa mujer que es igual que él: un trabajador, un comerciante, un empresario que quiere viajar y colabora para que esta Argentina sea grande y para que esta Aerolínea sea grande. Si no lo quieren hacer por esta Presidenta, háganlo por sus compatriotas y sobre todo por aquellos que nunca vieron un avión de cerca y sin embargo pagan sus impuestos y también son parte de esta Aerolíneas.
Esta Presidenta no necesita declaraciones ni de apoyo, ni de amor, estoy vieja para declaraciones de amor, y el apoyo que yo quiero es el apoyo del trabajo. Trabajen, den todo lo mejor de sí para que Aerolíneas sea lo que me dijeron todos ustedes, aquel 21 de julio del 2008, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, que Aerolíneas Argentinas somos todos, demuéstrennos -a los argentinos- que Aerolíneas Argentinas somos todos. Muchas gracias (aplausos).”
Inversiones en equipamiento
Hangar de Aeroparque para aviones Embraer 5 millones de pesos
Hangar de Ezeiza en construcción 1 millón de dólares
20 aviones Embraer 700 millones de dólares
2 Boeing 737-700 80 millones de dólares
Equipos de rampa 10,5 millones de dólares
Sistemas y hardware 18 millones de dólares
Material aeronáutico y reparaciones 515 millones de dólares
Vehículos 400.000 dólares
Herramientas 10 millones de dólares
Instrucción de pilotos 89 millones de dólares
Uniformes 1.173.000 dólares
Obras y remodelaciones 4 millones de dólares
Simulador de vuelos 23 millones de dólares
Total 1.453 millones de dólares
Salarios y gremios
Cuando asumimos 9400 trabajadores me vinieron a ver porque temían quedarse en la calle y no solamente conservaron su puesto de trabajo, sino que además incorporamos nuevos trabajadores. Hay un 8% más de trabajadores y un 40% más de productividad en la aerolínea. Pero como además creemos que la competitividad no puede estar reñida con la dignidad de los trabajadores, sino que al contrario, es absolutamente complementaria, subimos salarios a cada uno de los seis gremios. Y voy a decirlo para que lo sepan todos, porque esto también es dinero de los argentinos y no está incluido en aquellos casi 1.500 millones de dólares de inversión.
Salarios promedio marzo 2008 noviembre 2011
- Un trabajador de APA (maleteros, check in) $ 3.681 $ 11.500
- Un trabajador de APTA, (servicio técnico) $ 5.300 $ 16.680
- Un trabajador de UPSA $ 6.136 $ 21.000
(tercer gremio de personal jerárquico)
- Un trabajador de servicio de a bordo $ 4.800 $ 12.760
- Un trabajador de APLA $ 15.800 $ 37.800
(pilotos de Aerolíneas Argentinas)
- Un trabajador de UALA $ 12.400 $ 38.000
(pilotos de Austral)