Según el comunicado que emitió la compañía aérea, “esto representará el primer vuelo del mundo realizado por una aerolínea comercial directa de Nueva York a Sydney y solo la segunda vez que una aerolínea comercial ha volado directamente de Londres a Sydney”.

El proyecto, denominado Sunrise, utilizará los nuevos Boeing 787-9 para realizar estos tres vuelos durante los meses de octubre, noviembre y diciembre. El objetivo es recopilar nuevos datos sobre la salud y el bienestar de los pasajeros y la tripulación en vuelo durante un trayecto de más de 20 horas.

La investigación a bordo se está diseñando en asociación con el Centro Charles Perkins de la Universidad de Sydney y la Universidad de Monash, junto con CRC para la Alerta, Seguridad y Productividad.

Las personas en la cabina, en su mayoría empleados de Qantas, contarán con dispositivos de tecnología portátil y participarán en experiencias específicas en diferentes etapas de los vuelos de aproximadamente 19 horas. Los científicos y expertos médicos del Centro Charles Perkins supervisarán los patrones de sueño, el consumo de alimentos y bebidas, la iluminación, el movimiento físico y el entretenimiento durante el vuelo para evaluar el impacto en la salud, el bienestar y el reloj corporal.

Los investigadores de la Universidad de Monash trabajarán con los pilotos para registrar los niveles de melatonina de la tripulación antes, durante y después de los vuelos. Los pilotos usarán un dispositivo EEG (electroencefalograma) que rastrea los patrones de ondas cerebrales y monitorea el estado de alerta. El objetivo es establecer datos para ayudar a construir el patrón óptimo de trabajo y descanso para los pilotos que operan servicios de larga distancia.