La semana que viene tendrá lugar en la ciudad de Córdoba una nueva edición del Congreso Anual de FAEVYT, un ámbito en el que se suele discutir, fundamentalmente, la problemática de los agentes de viajes.

La 46a edición no debería ser una edición más, debido a la acuciante necesidad de clarificar cual será el futuro de las PyMes que hoy conforman al sector de las agencias de viajes.

La actividad del agente de viajes se ha ido degradando con el tiempo producto de la innovación tecnológica que han aportado las OTAs llevando el concepto de agente de viajes a una expresión simplista: hoy está todo en la red.

Si bien la realidad no es tan así, hace muchos años que los agentes de viajes especulan con el futuro de su profesión, pero pocos, muy pocos, hacen algo por ese futuro y la realidad es que la torta es cada vez más pequeña para ellos y si los planetas de la realidad económica argentina no se mantienen alineados muchos verán que para ellos este negocio terminó. Desde nuestra visión el efecto que producen las OTAs ha sido negativo tanto para las líneas aéreas como para los pasajeros y finalmente para el mercado en su conjunto.

No porque la tecnología pueda reemplazar al agente de viajes sino porque ha transformado al negocio en una actividad especulativa que usufructúa la debilidad del más pequeño y lo fagocita con su poder de compra y sus posibilidades de financiación. Contra esto no habrá nada que hacer ni en este, ni en los próximos 100 congresos de FAEVYT.

El autismo de los agentes de viajes, su pseudo independencia, es el principal enemigo de ellos mismos y casi 20 años después de haber comenzado esta discusión parecería que no se dan cuenta.

La próxima discusión no debería ser el famoso tema de las comisiones, remanido, desactualizado e irrecuperable; los agentes de viajes deberían concentrarse más en cómo comprar y vender mejor sentando pautas que sean respetadas por todos y para todos.

No hace mucho tiempo eran los propios agentes de viajes quienes cedían sus comisiones a sus pasajeros conformándose en muchos casos con lo que el pasajero quería pagar, ese fue el argumento que manejaron las líneas aéreas a la hora de quitar las comisiones y sinceramente es muy difícil rebatirlo.

Los frentes de pelea para la dirigencia del sector son mucho más que el tema de las comisiones, Ingresos Brutos, impuesto al cheque…

Como empresa de servicios son más las contras que los pro a la hora de ponerlos en la balanza, pero sin embargo en muchas oficinas del gobierno se sigue pensando que los casi 11 mil millones de dólares que se fugan al exterior en concepto de Turismo generan en los agentes de viajes inmensas riquezas, y tanto los 11 mil millones de dólares como los agentes de viaje millonarios son poco creíbles hoy en día.

En resumidas cuentas, comprar y vender mejor y tributar lo que verdaderamente corresponda son la piedra fundamental del futuro de los agentes de viaje que jamás podrán desarrollarse si no entienden que la unión hace la fuerza y todos juntos deben ir para el mismo lado.