Las medidas anunciadas desde el Departamento de Estado de los Estados Unidos de pedir datos de las redes sociales a los futuros solicitantes de visas de turistas que piensa implementarse a la brevedad, tiene muy preocupados a los integrantes del Visit Orlando que con voz preocupada se preguntan si “¿Podemos realmente confiar en que los ‘chicos malos’ sean honestos al declarar su actividad en las redes sociales?”

Visto y considerando todos los negocios que han surgido tras la venta de falsos seguidores de algunos influencers, poca credibilidad tendrían algunos perfiles, ya que al parecer son fácilmente manipulables.

Por lo pronto más vale la pena abstenerse de poner muchos “likes” a algún amigo poco conformista y muy crítico hacia el presidente de USA y sus socios. ¡¡¡Nadie quiere el sello de no admitido en el pasaporte!!!

Desde febrero de este año, en Twitter existe una nueva cuenta con alto vuelo: @flybondiola, una parodia de la aerolínea dirigida por Julian Cook. Con mensajes alusivos a sus operaciones, la “aerolínea” -que lleva un logo similar, los colores de la marca y una foto de un avión bondiola como portada- ya tiene más de dos mil seguidores. “Pedimos disculpas a nuestros pasajeros por no responder todos los tuits en los que arroban a nuestra empresa. Ocurre que nuestro comunity manager es también mecánico del avión y está tapado de trabajo”, comentaron hace días, con mucho mayor tino que la empresa real…

“Mirá, yo ya los conozco a todos muy bien...”, le explicó el ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, entre risas a su nuevo equipo de prensa.

La acotación del Ministro llegó luego de que algunos de los integrantes de la nueva empresa que maneja la comunicación del Ministerio de Turismo propusieran una presentación formal de cada periodista invitado a una conferencia que se realizaba en la sede del ministerio.

¡Somos pocos y nos conocemos mucho, muchachos!

Durante un almuerzo realizado la semana pasada en un tradicional establecimiento del microcentro porteño donde se dieron cita varios integrantes de la familia turística, muchos de los asistentes terminaron hablando, no del tema que los había convocado, sino sobre el plato que les habían servido.

“Che, me parece a mí ¿o el pollo éste estaba medio duro?”, comentó un agente de viajes, mientras que un periodista sentado en la mesa vecina asentía vehementemente. “Además de duro, el mío estaba un poco crudo. Creo que lo escuche cacarear”, afirmó un tercero, entre risas.

Atención, Mirtha, acá tenés una mesaza llena de polémicas…