El turismo estudiantil en la Argentina, al menos desde los años ’90, en adelante, siempre ha reunido sobre sí mismo miradas de desconfianza, a pesar de ser un clásico e inevitable paso para la gran mayoría de los estudiantes egresados de nuestro país.
Hacia fines de los ’90 y los primeros años después del cambio de siglo, cada vez comenzaron a ser más empresas de este segmento que “dejaban de prestar sus servicios”. La situación llegó a su punto de ebullición hace casi seis años, cuando repentinamente Zaiga Travel dejó de existir, generando un gran nivel por parte de las familias damnificadas.
Hizo falta una nueva Ley de Turismo Estudiantil sancionada en el año 2007, para que tanto los operadores autorizados, como los mismos guías y coordinadores se profesionalizaran y dejara de ser una actividad en donde se veían, tanto improvisaciones, como abusos comerciales.
Sin embargo, tras las iniciativas encaradas por la entonces Secretaría de Turismo desde hace cinco años, las noticias con las agencias de turismo estudiantil como villanos de la película cesaron. Pero, en estos días podrían volver a estar en el centro de la escena, especialmente aquellas que trabajan llevando contingentes hacia países extranjeros.
Tras la implementación el martes 29 de mayo de la Resolución nº 3.333 de la AFIP que establece un canal de gestión diferenciado para quienes quieran adquirir divisas extranjeras para viajar al exterior, muchas especulaciones se han lanzado sobre la mesa al respecto. Entre las versiones que han adquirido más fuerza se encuentra una que indica que desde el Ministerio de Turismo de la Nación se estarían estudiando implementar medidas de control para las empresas de turismo estudiantil que envían contingentes de estudiantes al exterior.

La Ley en la actualidad
Cabe recordar que tras la sanción de la Ley de Turismo Estudiantil, los operadores se vieron obligados regularizar su situación tramitando su Certificado Nacional de Autorización para Agencias de Turismo Estudiantil. Además, entre otras medidas de trascendencia, se formó el Fondo de Turismo Estudiantil -el 6 por ciento del monto total de cada contrato individual suscripto, que se conforma con el depósito de la denominada cuota cero-, como garantía ante un eventual problema.
La resolución 237/2007 establece entre varios puntos que las agencias de viajes estudiantiles tienen que presentar una garantía equivalente al 30% de la facturación de los viajes a realizar. La misma puede ser una póliza de caución emitida por una compañía de seguros autorizada por la Superintendencia de Seguros de la Nación.