La corona de la estatua de la Libertad, cerrada desde los atentados del 11 de setiembre de 2001, reabrirá al público el próximo 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos.
El secretario del Interior estadounidense, Ken Salazar, anunció el acontecimiento y precisó que inicialmente sólo accederán 30 visitantes por hora escogidos al azar a la parte superior del monumento regalado por Francia a Estados Unidos en 1886.
La estatua de 46 metros recubierta de cobre y situada en un islote frente al sur de Manhattan se convirtió desde el siglo pasado en un emblema de Nueva York que acoge a inmigrantes del mundo entero y en símbolo de todo Estados Unidos.
El acceso a la corona de la estatua, a la que se llega por una estrecha escalera de 168 escalones, estaba clausurado desde los atentados del 11 de setiembre de 2001 por razones de seguridad.

Los turistas acceden a la Isla de la Libertad a través de barcos que llegan desde el sur de Manhattan y que también visitan el museo de la vecina isla Ellis, donde antiguamente llegaban los inmigrantes pobres a Estados Unidos.
Antes de subir al transbordador, los visitantes son sometidos a una revisación de seguridad similar a la de un aeropuerto. La reapertura de la corona es el desenlace de un debate en el que no todos los responsables coincidían y el alcalde Michael Bloomberg no demostró