Miles y miles de personas la recorren diariamente, desde los que trabajan por la zona hasta los turistas que llegan al país y no se pueden ir sin conocerla. Pero en estos últimos años la calle Florida fue decayendo hasta llegar al mix de carteles de liquidación invernal con los de liquidación final que hoy puede verse.
El precio de los alquileres de locales subió un 30 por ciento en 2008, y la competencia con los artesanos que pueblan la vereda no es un aliciente para mantener un comercio en esas calles.
El público fundamental que compra en la calle Florida sigue siendo protagonizado por los turistas, pero con los costos elevados ya no alcanza para que los locales subsistan. En una breve recorrida se pueden ver varios locales vacíos en las galerías, que hace no muchos años se llenaban de gente.
De acuerdo a un informe publicado la semana pasada por Ámbito Financiero, las ganancias promedio de los locales de la zona pasaron de 15 mil pesos mensuales a dos mil, lo que cuesta solamente el alquiler del comercio. Ningún rubro queda afuera de esta situación: desde la indumentaria hasta cafés y bares pasando por librerías y locales de electrónica todos sufren el mix de aumento de costos y desaceleració