En un vuelo de cabotaje realizado la semana pasada, escuchamos cómo un directivo de la línea aérea de bandera comentaba, asiento de por medio, a un operador turístico porteño, el rumor sobre la próxima fusión de compañías aerocomerciales. A poco de la unión con Iberia, British Airways podría dar un nuevo paso y aunar fuerzas con Qantas Airways.
A propósito de la empresa australiana, los dos conocidos pasajeros comentaban que tendría intenciones de dejar de volar a Buenos Aires y habría virado su objetivo a Brasil.

Mientras esperábamos para entrar a un desayuno de trabajo, un grupo de empresarios comentaba indignado su nefasta experiencia comercial con Flovini Viajes. La operadora tendría deudas de más de dos años que habría decidido no saldar, tuvo que mudar las oficinas y hasta le cortaron el teléfono.
“Lo de Hugo es lamentable. Se la pasa haciendo promesas que después no cumple”, comentó un resignado acreedor.
Durante el acuerdo de Aerolíneas Argentinas con la CGT, un rumor corrió fuerte entre los “compañeros” que se alistaron para el acto.
El piloto Jorge Pérez Tamayo querría dar el salto a la política partidaria, y le habría pedido al secretario General de la central obrera, Hugo Moyano, quien asumió recientemente al frente del PJ bonaerense, un lugar en la lista de candidatos a diputados para las próximas elecciones
leg