Visto & Oído
"Poco les duró la bronca a varios pasajeros que debían abordar el vuelo 1682 con destino a Bariloche. Habiéndose modificado su partida de Aeroparque a Ezeiza, fueron varios los funcionarios, empresarios y colegas que no podían disimular su malestar ante el cambio de horario. Sin embargo, y tal como prevé el yin yang, en todo lo bueno hay algo malo y viceversa. Resulta que la Terminal C del Aeropuerto Ministro Pistarini fue escenario de un hecho que dejó boquiabierto a más de uno. Por las grandes ventanas de la aerostación se dejó ver por primera vez el flamante A330 de Aerolíneas Argentinas, con el que volarían a Bariloche los protestones de turno. Al aterrizar nadie se acordaba del retraso y todos eran elogios para la compañía de bandera… argentinismo puro".
“Ojalá que se caiga el avión y que explote” gritaba a viva voz el reconocido consultor en el aeropuerto de Bariloche cuando se supo que la nave que debía traerlo de regreso a Buenos Aires saldría demorada unas cuantas horas por cuestiones técnicas. Con la reprogramación despertando toda su ira, el hombre fue calmado por funcionarios y empresarios nacionales que debían embarcar en el vuelo antes que la Policía de Seguridad Aeroportuaria escuchará su desaforado reclamo. Tranquilo muchacho, que lo importante es llegar y la seguridad ante todo.
Exhausto estaba un funcionario provincial, que apenas unas horas después de haber arribado desde Barcelona, debió subirse a otro avión que lo llevase a Bariloche. Sin embargo, y pese a sus ojos rojos de cansancio, y apenas unas gotas de fuerza para llevar su valija, el hombre del Litoral no se rindió ante el sueño y tuvo su premio: el cordero que se sirvió en la cena de bienvenida, acompañado por un rico vino tinto. Panza llena, corazón contento y cansancio olvidado.
“Los tienen alquilados hoy”, bromeaba un periodista de este medio con dos funcionarios protagonistas del Congreso de Calidad celebrado en Bariloche. Ya sea en las presentaciones durante la apertura inaugural como en la noche de calidad. Uno fue bautizado varias veces como Gustavo; y al otro le asignaron diferentes rangos ministeriales tanto dentro como fuera de su Provincia. Sin embargo, y aunque tomándoselo con gracia ambos, Gónzalo Casanova Ferro y Javier Espina aclararon que los errores no tienen nada que ver con la Calidad, sino que son infortunios propios de cualquier ser humano. Parafraseando “al Diego”, que la Subsecretaría no se manche…
“A las 17hs participaré de las jornadas promovidas por el Ministerio de Educación y luego del cierre del VI Congreso de Calidad Turística”, anunciaba un Gobernador en su cuenta de Twitter despertando varias muestras de satisfacción entre los organizadores. Sin embargo, la alegría duró pocó porque el funcionario nunca pudo llegar, y los trascendidos de pasillos no se hicieron esperar: “Yo lo vi tomando un café en el Hotel Panamericano”, acusaron varios asistentes al Congreso. No obstante, los organizadores advirtieron: “El Congreso formaba parte de la agenda del Gobernador pero como se demoró con otro trabajo no pudo cumplir con el compromiso de la Calidad”. El pez por la boca muere, pero el Twitter no se queda atrás, y ya se cobró varias