Un poco de cultura e historia milenaria
Cada vez hay más turistas que eligen destinos exóticos como Japón para dejarse sorprender por estilos de vida completamente diferentes y paisajes nunca antes vistos.
Hacer turismo en Japón significa centrarse en costumbres que perduran hasta el día de hoy. Sin embargo, con el paso de los años, hubo un desarrollo y una notable adaptación a varios avances tecnológicos, los que finalmente permitieron liderar las vanguardias culturales. Los lugares turísticos, como sus principales ciudades, sorprenden a cada uno de los visitantes, porque en ellos resaltan la armonía, la modernidad y la tradición, hasta que finalmente se puede encontrar esa paz tan deseada.
Fusionando lo futurista con lo tradicional, Tokio es una megaciudad en crecimiento que rebosa un número aparentemente ilimitado de actividades para realizar.
Sin dudas, la capital de Japón se posiciona como un megacentro empresarial y cultural en el que viven decenas de millones de personas, además de ser la encrucijada donde los japoneses interactúan con ciudadanos de todo el mundo. Por lo general, la vibrante moda de Harajuku, los restaurantes de robots, los maid cafés y los apasionados superfans, más conocidos como otakus, suelen ser los distintivos más característicos.
Además de haber tenido una vertiginosa innovación a lo largo de los últimos años, la ciudad de Tokio se dedicó íntegramente a conservar sus tradiciones mediante sus ya conocidos jardines, santuarios y templos históricos.
Destacada por su extrema atención a cada uno de los detalles, Tokio ofrece algunas de las mejores comidas japonesas de Japón, con 234 restaurantes con estrellas Michelin. Si de salidas se trata, la ciudad ofrece una gran cantidad de galerías de arte de primer nivel, sin dejar de lado la vida nocturna en la que siempre hay algo nuevo para descubrir.
Con respecto al tiempo, Tokio tiene cuatro estaciones bien diferenciadas. La primavera es suave y la siguen los veranos cálidos y húmedos con tifones ocasionales. El otoño más bien es fresco y los inviernos son fríos. La nieve es poco habitual, pero se han llegado a registrar algunas nevadas en los primeros meses del año.
Viajar en transporte público en Japón es más fácil que caminar. Hay decenas de líneas de subte en cada ciudad y todos los puntos del país están conectados con trenes súper puntuales. Gracias al Mundial de Fútbol Corea – Japón 2002, en todas las estaciones hay carteles en inglés. Y si algo no está claro, siempre se puede recurrir a los amables japoneses que se ofrecen a acompañar a cualquier turista al vagón si es necesario.
Hiroshima es otro de los lugares turísticos de Japón, aunque en esta ocasión la ciudad es tristemente famosa por haber sido el objetivo del lanzamiento de la primera bomba nuclear. Por eso, uno de los principales puntos de interés es el Parque Memoria de la Paz, donde está el Museo de la Paz. En él se pueden apreciar fotos y objetos que fueron testigos del horror de la Segunda Guerra Mundial.
Japón puede ser la paz absoluta y también la definición más clara de “demasiada información”. El secreto para sobrevivir, con las 12 horas de diferencia, el jet lag que eso genera, el idioma y el movimiento, es el balance. Un poco de luces, y otro poco de parques. Unos días de ciudad extrema, otros de pueblo en la montaña.
Tailandia
Este destino suele cautivar la imaginación de millones de viajeros que llegan hasta sus playas para sentirse, aunque sea por pocos días, en el paraíso terrenal.
Su historia milenaria impregna cada momento de la vida de su gente. Si bien muchos argentinos llegan atraídos por sus playas, también su cultura, la exquisita gastronomía, el culto a la armonía cuerpo-alma expresada en los masajes tradicionales y hasta las artes marciales como el muay thai atraen cada vez más el interés de los visitantes.
Las islas dispersas a lo largo de la costa acentúan este refugio tropical. Los barcos de pesca de colores capturan una gran cantidad de mariscos, base de su alimentación. Pero el norte con sus cordilleras montañosas poco pobladas es donde se encuentran algunos de los más majestuosos templos del país.
Bangkok, su capital política, económica, cultural, gastronómica y espiritual, se ubica en las llanuras centrales. Gracias a la abundancia de lluvias y ríos es la parte más fértil del país con inmensos arrozales, campos de caña de azúcar y gran variedad de árboles frutales. Algunos de los poblados más antiguos se encuentran aquí, junto con templos deslumbrantes, mercados diurnos y nocturnos y ruinas históricas.