Además del desarrollo de Embalse y Chapadmalal, el plan incluye ventas y compras de estructuras por parte de los gobiernos provinciales.

Eran los primeros años de la década del 40, desde la Secretaría de Previsión Social, siguiendo la línea de lo que pasaba en otras partes del mundo, se empieza a trabajar en la idea de que los trabajadores tenían derecho a acceder a vacaciones. Este fue solo el cimiento de lo que 75 años más tarde se ve materializado, entre otros puntos, en dos unidades turísticas: Embalse y Chapadmalal.

Pero casi un siglo más tarde, y muy lejos de su época de esplendor durante la segunda presidencia de Juan Domingo Perón -la construcción había empezado en la primera-, las edificaciones no se encontraban en las mejores condiciones. Por eso, con la actual gestión del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, pasaron a formar parte de un plan de puesta en valor que también incluye al Ministerio de Obras Públicas (ver nota). Esto es porque el tipo de trabajo en esos hoteles es diferente, es de recuperación patrimonial, mucho más exhaustivo que el que puede hacer la cartera que conduce Matías Lammens y que es de mantenimiento estructural. En cambio, el ministerio que dirige Gabriel Katopodis se encarga del trabajo de cateo, e incluso las obras duran mucho más tiempo, año y medio, y hay una recategorízación de los hoteles, los de Clase B los van a convertir en A.

La Unidad Turística de Embalse es un predio de 300 hectáreas, aproximadamente, que alberga siete hoteles y 36 bungalós emplazados en un pintoresco paisaje del valle de Calamuchita, próximo a esa ciudad. Por su parte, Chapadmalal cuenta con nueve hoteles ubicados a los pies del mar y de las mejores playas. Ambos albergan una casa de té, un polideportivo y servicio médico.

"En este momento tenemos abiertos en Embalse tres hoteles y en Chapadmalal otros tres y ya tienen las mejoras que realizamos en 2020 y 2021. Son los que la gestión anterior había dejado abiertos, pero estaban funcionando con baja participación y en pésimas condiciones", explica Inés Albergucci, subsecretaria de Calidad, Accesibilidad y Sustentabilidad del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación.

En este diálogo con Mensajero Turístico, la funcionaria relató que en lo que tiene que ver con mejoras en infraestructura se cambiaron todos los techos. A su vez, se ejecutaron trabajos de electricidad, carpintería, cambio de todos los sanitarios, inclusión de baños adaptados y de ascensores en los hoteles categoría B que no los tenían y en los que los baños adaptados estaban en el piso superior por ejemplo.

En este momento están haciendo obras en el caso de Embalse, en el hotel 1, 3 y 6, y en los bungalós. En el caso de la primera propiedad, al trabajo lo está haciendo el Ministerio de Obras Públicas, con una inversión de 1400 millones de pesos, y en el caso de Chapadmalal las obras en el hotel 4, con una inversión similar. Mientras que la cartera turística está a cargo de las tareas en la unidad 6, que estaba cerrada hace más de 15 años; y en la 7; además, están adjudicando las obras para el 8. "Nos está quedando el hotel 9 y las casas de té que tiene cada complejo y que también estuvieron abandonadas y vandalizadas; además una intervención en los complejos deportivos", adelantó sobre los proyectos que tienen para los próximos meses.

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Trabajo federal

El plan de turismo social del Ministerio de Turismo y Deportes, explicaron, no sólo incluye la gestión de Chapadmalal y de Embalse, que es el eje rector. Por eso están invitando a las provincias a que adopten planes de este tipo. Puntualmente, buscan que cada jurisdicción impulse sus propios programas, ya sea a través de oferta turística y/o con la articulación con hotelería propia o de otros lugares.

En esta línea, a fines del mes pasado en Santa Fé se firmó un convenio de trabajo conjunto entre la cartera turística nacional y la gobernación provincial.

Ahora, para continuar con el proyecto, en principio, la legislatura local tiene que aprobar la venta de un complejo en Alta Gracia, para que esa transacción sirva para el desarrollo de complejos hoteleros que sean propios de los santafesinos. “Quizás no de las dimensiones de Chapadmalal o Embalse, sino más chicos y distribuidos. Ellos nos están pidiendo colaboración para el armado de ese plan. Implica planificación, luego una inversión que hay que revisar. Nosotros estamos acompañando la política, en una primera etapa de asistencia y en el futuro de financiamiento”, aclaró Albergucci.

Un programa de turismo socia similar están desarrollando en Misiones y en Entre Ríos. En el primer caso, por ejemplo, están poniendo en valor el Campamento Yaguareté, que funcionó hasta 1995 para recibir a grupos de chicas y chicos en el marco de acciones de turismo educativo.

“Nuestra apuesta es construir una red nacional de turismo social, con oferta pública, ya sea porque tiene dependencia municipal o provincial. Es decir, que siempre haya una intervención del Estado”, cerró la funcionaria nacional.

El informe completo se puede leer en nuestra edición mensual.