Tras el Decreto de Necesidad y Urgencia y la Ley Ómnibus que intenta imponer el presidente Javier Milei, que impactó de lleno en el turismo, entre otras industrias, los trenes turísticos no fueron alcanzados de forma directa por ambas reglamentaciones.

El Tren del Fin del Mundo, el Tren a las Nubes, y la Trochita, los tres que están en funcionamiento (el Tren Patagónico suspendió su servicio hasta marzo) no deberán adecuarse a ninguna nueva ley y podrán seguir comercializando su servicio hasta ahora.

Tren del Fin del Mundo

En este sentido, Mensajero dialogó con Claudio De Sousa, gerente general en Tren del Fin del Mundo, quien explicó que al ser parte de una concesión dentro del Parque Nacional Tierra del Fuego, que funciona de forma privada, la situación no cambiará.

“Es un servicio turístico, no un transporte de pasajeros”, aseguró y se diferenció: “Ushuaia es un destino muy diferente al resto del país, lo digo por el receptivo internacional y regional y por el movimiento de cruceros que tiene”. Asimismo, detalló que esperan más de 500 recaladas esta temporada con turistas que en su gran mayoría disfruten de la experiencia.

Claudio de Sousa

Puntualmente, sobre el impacto de las decisiones del nuevo Gobierno, estimó: “Posiblemente, los primeros efectos de la merma o reducción se producirá a partir de la temporada baja (entre abril y junio) en donde el turismo nacional se verá afectado en forma directa”.

De este modo, fue pesimista de cara al futuro: “Lo que se ve en la costa atlántica hoy, con una baja del turista nacional, seguramente va a llegar acá, y más si tomamos como parámetro que el Previaje fue un factor de crecimiento importante en nuestro destino en baja y en alta, y como ya no va a existir, el número de visitantes, bajará en consecuencia”.

Sin embargo, Sebastián Vidal, presidente del Tren a las Nubes, mencionó el peligro que podría traer una posible privatización: “Obviamente que cualquier decisión y avance y modificación en las estructuras, en las modalidades, incluso en dejar de ser estatal y pasar a ser privatizado, va a repercutir. Lo que sí no podemos medir de qué manera hoy”.

El servicio turístico del tren, que se desarrolla en la provincia de Salta, funciona como Sociedad del Estado y abona un canon a Belgrano Cargas, que es la administradora del ramal C-14, para poder circular.

Sebastián Vidal

“Particularmente creo que la política ferroviaria, desde hace más de 20 años, con diferentes partidos y banderas, se viene sosteniendo, se han concretado avances sustanciales. Nuestro tren ha podido crecer. Pero siempre acompañado de la mano del Estado y la intervención de tanto de Nación como de Provincia, como así también el trabajo que realizamos conjunto con los privados en la venta de nuestro servicio turístico”, destacó.

De cara a lo que todos estiman que será un mal año para el sector, Vidal comentó: “Nosotros preveíamos ya este año, más allá de cualquier definición política y cualquier decisión que se haya tomado, bajar los niveles de movimiento un poco, creemos que trabajamos esperanzados y confiados en que podemos hacer el mejor año posible”.

Por otra parte, desde el Tren Patagónico también rechazaron la posibilidad de la privatización: “Nuestro gobernador firmó la concesión de las vías antes de asumir y asumió en diciembre con la postura de mantener Tren Patagónico en el estado rionegrino, así que no pensamos en ningún momento en privatizar y esa es la tranquilidad que le damos hoy al empleado”, expresó.

LA UNIÓN DE LOS TRENES TURÍSTICOS

En septiembre pasado, los Trenes Turísticos Argentinos presentaron una nueva imagen de marca conjunta con proyección nacional e internacional, con el objetivo de unificar sus ofertas en proyectos comunes para satisfacer a los turistas.

En este sentido, habían alcanzado convenios con el ex-Ministerio de Turismo y Deportes, con diferentes aerolíneas y organismos vinculados a la actividad turística, para potenciar un producto y aumentar la conectividad interna, a fin de presentar un conjunto de ofertas con muchas opciones y posibilidades

Ante el cambio de Gobierno y las nulas políticas de Estado para incentivar la actividad, todos los proyectos quedarían en stand by, a menos hasta que la situación económica del país quede estable.

“A veces sentimos que venimos a paso lento, pero seguro. Este año nos toca la situación de haber pasado unas elecciones, donde en el caso de Chubut y Río Negro, que son los que tienen trenes explotados por sociedades estatales, tanto la Trochita como el Patagónico han tenido cambio de gestión, con lo cual estamos generando nuevamente el vínculo”, comentó al respecto Sebastián Vidal.

Asimismo, estimó que no se va a quedar estancado el proyecto. “Sí van a sufrir una demora, hasta tanto se acomode cada sociedad, cada empresa, para poder seguir avanzando y pensando en este proyecto que queremos instalar en el país”, agregó.

EL CASO DEL TREN PATAGÓNICO

el Tren Patagónico suspendió su servicio desde el 5 de enero hasta el 31 de marzo por falta de fondos para el mantenimiento del servicio.

En este sentido, se argumentó que no están dadas las garantías de seguridad de los pasajeros, ni del personal del tren y que también arrastra una deuda de $738.490.000, por lo que el Gobierno provincial avisó que no cuenta con los fondos para prestar el servicio.

El servicio tiene un alto costo de mantenimiento del material ferroviario en dólares, atado al valor oficial que en las últimas semanas incrementó más de un 120 %: ni las vías, ni el material tractivo están en óptimas condiciones.