Contrariamente a lo que nos dicen los dichos populares los seres humanos no aprendemos de lo que les ha pasado a otros en el pasado. Sino bastaría con estudiar un poco el impacto de la crisis vivida en Argentina entre el 2001 y 2002 en el turismo para que los integrantes de la industria turística española no tuvieran que pasar por la actual situación donde al cierre de grandes empresas (caso Orizonia), se le suma la menor productividad de las agencias de viajes, operadores, hoteleros y demás servicios conexos, que aportan su granito de arena al porcentaje de desempleados de ese país.
Tras los anuncios de esta semana acerca de los despidos que se vienen en Iberia las autoridades de ese país informaron que las agencias de viajes y turoperadores españoles han dado de baja a cerca de 6.500 empleados en los seis últimos meses.  
El número de empleados del turismo representa el 11,5% del total de los ocupados en España, y con una pérdida del 20% en empleos, todavía se mantiene por debajo del total nacional que tiene una tasa de desempleos del 26%.
Es verdad que a pesar de todo eso la actividad no sufre tanto como otros rubros dado que el entramado del turismo se conforma mayormente por  pequeñas y medianas empresas. Casos como el mencionado de Orizonia, o la propia Iberia, son los menos afortunadamente.  Si hacemos una fría comparación, con 1.900.000 empleados  en el rubro en la Península Ibérica, tres mil o cuatro mil personas menos casi no impactan en los números globales, pero no olvidemos que no son sólo cifras y estadísticas de las que hablamos sino personas reales con necesidades tan obvias como casa y comida que se las verán en dificultades en poco tiempo más.
Se dice que el turismo es una de las pocas actividades económicas que pueden amoldarse más rápidamente a los vaivenes de un país, pero para eso hace falta que el conjunto de la sociedad, y sus dirigentes, así lo entiendan y hagan los esfuerzos necesarios para que, en vez de seguir rechazando gente, comiencen a necesitarla. De alguna manera eso fue lo que nos sucedió a nosotros y la crisis del 2001-2002 fue sustituída por una actividad en crecimiento que hoy ha pasado a ser la tercera en ingreso de divisas al país.  Ojalá así lo vean y actúen en consecuencia. Por el bien de ellos y de nosotros.

por Manuel Sierra
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