Finalmente la cuestionada administración de Dilma Roussef disminuyó el “Impuesto a las Remesas al Exterior” que había anunciado meses atrás, un gravamen bastante parecido a nuestro anticipo por la tributación a Bienes Personales y Ganancias impuesto en el gobierno de CFK y que quedó sin efecto recientemente. 
En el caso brasilero no se eliminó totalmente, pero sí se redujo notablemente del anunciado 25% al 6,8%, y esto le dio una nueva oportunidad al turismo argentino de conquistar a su principal visitante. 
La medida, anunciada días atrás por el gobierno de Roussef, aún es provisoria, pero fue gratamente recibida por los dirigentes de ABAV Nacional, Braztoa y Clia Abremar, que vieron como caía abruptamente la salida de turistas brasileños al exterior en los pasados meses, y donde los gastos que realizaron los pasajeros en el exterior en enero de 2016 contra los del mismo mes en 2015 bajaron más del 62%.
Las negociaciones entre las asociaciones del sector y el gobierno central brasilero provocaron malestar y diferencias casi irreconciliables, al punto de la publicación de una carta abierta de parte del sector privado declarando que muchas empresas turísticas corrían serios riesgos de desaparecer de continuar con esta medida. 
La rebaja permitió que por el momento se llegue a un impasse en la discusión, pero, según dicen fuentes cercanas a las instituciones gremiales empresarias, no descansarán hasta lograr que el “Impuesto a las Remesas al Exterior” se elimine por completo.  
Si bien para los empresarios turísticos brasileros, y también para los propios turistas, fue una muy buena noticia, no lo fue menos para los empresarios turísticos argentinos, que extrañaron mucho la presencia en los destinos turísticos autóctonos de los visitantes brasileros en una temporada que distó mucho de ser de las mejores. 
La intención del Ministro Santos y su Gabinete es volver a recuperar los turistas perdidos y esta es una buena ocasión para ello, sólo faltaría que el sector privado se sume y lo acompañe con tarifas acordes al momento que vivimos.