Varias son las propuestas para este invierno 2013, en esta ciudad que enamora cada día más a los visitantes. Una de ellas dispone de dos confortables catamaranes que parten del Puerto de Villa La Angostura, desde sus dos bahías, (La Mansa y La Brava), recorriendo el lago Nahuel Huapi en una travesía de una hora, hasta llegar al extremo sur de la península de Quetrihué, donde se encuentra el bosque Los Arrayanes. El mismo se puede recorrer a través de un sendero acompañado de una visita guiada, la cual permitirá reconocer las diferentes etapas de crecimiento del Arrayán, como así también su convivencia con otras especies vegetales y animales, además de interesantes anécdotas e historias sobre la zona.
Al finalizar el recorrido, los visitantes tienen la opción de conocer la casita de té del bosque, una pintoresca construcción del año 1933, que ofrece algo rico y caliente, además de la posibilidad de llevarse algún recuerdo del lugar, junto a las mejores fotos.
El Bosque de Arrayanes, es único en el mundo por la pureza y porte de sus ejemplares de hasta 400 años, con una altura de 25 metros y un diámetro de 1 metro aproximadamente, y con su incomparable e irresistible corteza color canela y fría al tacto. Un espectáculo mágico es cuando están florecidos y sus orquídeas crecen en los pequeños troncos del suelo. 
Para quienes prefieren las embarcaciones más personales, Bahía Brava y Nicolás, ofrecen una propuesta diferente. Un crucero para un grupo familiar, o de amigos, que gusten de compartir una buena picada y un aperitivo, al reparo del viento, pasando por las bahías del lago Nahuel Huapi, hasta llegar al bosque de Arrayanes, donde tienen un tiempo libre para recorrer los espectaculares senderos.
En el Centro Recreativo La Piedra, se pueden realizar actividades de aventura, por senderos dentro del bosque, sobre el faldeo del Cerro Bayo. Entre las excursiones guiadas, se puede contar con salidas de 15 km en cuatriciclos, recorriendo senderos en el bosque, pasando por arroyos. Canopy, con recorridos de 1050 metros, pasando por 6 metros de cable de acero a 50 metros de altura. También, La Piedra ofrece diferentes juegos para chicos, entre los que se encuentran: puentes colgantes, casita del árbol, túnel, mini tirolesa, péndulo, laberinto, cama elástica y palestra.
El Cerro Inacayal, con su mirador y su cascada, es otro de los paseos que se puede hacer cabalgando, en los que se vive a pleno una adrenalina generada por ésta experiencia. Con un recorrido de un poco más de tres horas, los aventureros podrán recorrer entre senderos por encima de la montaña, hasta llegar al mirador, donde se compartirán mates y chocolate caliente, dependiendo del clima y de sus preferencias. Dejarán sus caballos descansando en el mirador, para luego hacer 15 minutos de trekking hasta la Cascada Inacayal, y así poder observar un atractivo más en una sola actividad.
El esquí de montaña, y la caminata con raquetas, son una propuesta diferente a la hora de disfrutar de la nieve. Para el último, no es necesario saber esquiar, solamente tener ganas de vivir un hermoso día en los nevados cerros cordilleranos. Un buen chocolate caliente en la montaña, ofrece la empresa Nómades, asegurándose que el visitante goce de ésta experiencia única con los mejores servicios.
Para finalizar con el recorrido de actividades, nada mejor que disfrutar de una deliciosa cerveza artesanal. Tres propuestas con patio cervecero y fábrica, ofrecen Australis, Bau Haus y Epulafquen, con sus variedades en cervezas tiradas como Pilsen, Pale Ale, Stout, Barley Ale, entre otras. En todas se puede disfrutar de una rica picada, y exquisiteces regionales, acompañados de un clima cálido y placentero en el lugar más lindo de la cordillera patagónica.</d