La Cámara Argentina de Turismo (filial Iguazú) junto a la Cámara de Comercio de la ciudad, manifestaron que haciendo una estimación moderada de los ingresos que podría generar la llegada de estos vuelos, “entendemos que estamos ante la posibilidad de perder aproximadamente U$ 3.000.000 por año por cada avión que aterrice en el lado brasileño”.
Luego de una reunión llevada a cabo ayer, la Cámara Argentina de Turismo (Filial Iguazú) junto a la Cámara de Comercio de la ciudad de Iguazú, de manera conjunta y en representación de las organizaciones y entidades que agrupan, concluyeron en que tienen una gran preocupación por un tema que consideran de suma importancia, no solo por su trascendencia en lo relacionad al posicionamiento del destino, sino también por la influencia que ejerce esta medida en la competitividad y sustentabilidad de la actividad que desarrollan los aquí representados.
Los representantes de la industria sin chimenea aseveraron que “se ha recibido con amarga sorpresa la noticia que la solicitud presentada por la Línea Aérea LAN para aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Iguazú, con
vuelos provenientes de Perú, ha recibido una respuesta negativa por parte de la Autoridad correspondiente (ANAC). Y el sector turístico de Iguazú entiende que esta nueva negación es perjudicial a los intereses no solo de los aquí representados, sino también a la de toda la comunidad, dado que la misma claramente se toma sin tener en cuenta las implicancias que tiene esta decisión, las que a modo de resumen, desde nuestra posición podemos detallar claramente”.
Y agregaron que “las empresas aquí representadas, dan empleo en forma directa e indirecta a más del 70% de la población de Iguazú, ejerciendo a su vez una gran influencia sobre la generación de más puestos de trabajo en prestadores de servicios (Escuelas, Hospitales, Seguridad, etc.). Importantes inversiones en infraestructura tanto privada como pública se han realizado siguiendo el plan de desarrollo estratégico diseñado por la Provincia, en búsqueda de mejorar la competitividad del destino.  Y desde hace mucho tiempo se invierte estratégicamente en el posicionamiento del destino y se ha puesto especial énfasis en contribuir para que las Cataratas del Iguazú sean elegidas una de las siete maravillas naturales del planeta, considerando que esta decisión está claramente contrapuesta a este objetivo”.
También manifestaron que “nos perdemos la posibilidad de incorporarnos a un circuito del cual serían parte los destinos turísticos más atractivos del sur de América (Islas Galápagos, Machu Pichu, Cataratas del Iguazú e Islas de Pascua). Y como si esto fuera poco, haciendo una estimación moderada de los ingresos que podría generar la llegada de estos vuelos, entendemos que estamos ante la posibilidad de perder aproximadamente U$ 3.000.000 por año por cada avión que aterrice en el lado brasileño”.
Cabe destacar que Foz de Iguazú incrementó el flujo de vuelos en más de un 80% con su política de cielos abiertos, mejorando notablemente su competitividad y generando mayores oportunidades para su desarrollo.
Y finalizaron “indudablemente podríamos extendernos en nuestra consideración,  pero tomando en cuenta que , siendo el desarrollo de turismo una política de estado y que la posibilidad de incrementar el flujo de turistas en nuestro destino está asociada a la inversión en infraestructura y a la promoción para un mejor posicionamiento del mismo; entendemos que esta medida se contrapone a lo expuesto ya que tanto los empresarios  como el gobierno han hecho las inversiones en infraestructura y promoción, pero al impedir que un vuelo como el mencionado no pueda atraer  los turistas hasta Iguazú, toda la inversión y todas las acciones de promoción no serán suficientes para seguir generando desarrollo. También es necesario y lamentable, destacar que es el tercer caso que no se permite a un vuelo proveniente de otro país aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Iguazú, afectando seriamente nuestra competitividad y sustentabilidad”.