Por Carlos Corvalán

Directorio de la Administración
de Parques Nacionales 

Las sucesivas medidas de fuerza llevadas a cabo por un grupo de afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado en la Administración de Parques Nacionales muestra la intención disruptiva de quienes, en los momentos más críticos de la batalla de nuestra Nación contra los especuladores financieros, pretenden generar escenarios de conflicto permanente como herramienta funcional a los intereses de la oposición política.

El pasado 22 de julio el ministro Meyer recibió en el Parque Nacional Nahuel Huapi a una delegación de este grupo de afiliados, y les aseguró que los reclamos estaban siendo analizados por los funcionarios de diversas áreas del Gobierno para buscar las soluciones correspondientes. Pese a este anuncio, las medidas de fuerza continuaron sin tener en cuenta las agendas de trabajo del equipo técnico que se está abocando a la resolución de los temas planteados, con la contribución de otros Organismos competentes en materia de empleo público.

Con esta dinámica, durante los últimos treinta días se desarrollaron tres paros consecutivos de 72 horas cada uno, con lo que este grupo minoritario ha intentado boicotear la gestión de los administradores de las áreas protegidas nacionales. Una injustificable posición de barricada, en un contexto político donde el diálogo permanente en cada una de las instancias del Estado nacional, es la norma frente a cada reclamo por parte de los trabajadores.

Esta estrategia rupturista, que evidencia la clara finalidad política de atacar al Gobierno nacional en todos los frentes con intención destituyente, utiliza las justas demandas de los trabajadores para impedir sistemáticamente que se constituyan los marcos de negociación, que son imprescindibles para arribar a un acuerdo de partes.

Cuando el fin justifica los medios, y los violentos se victimizan ante la opinión pública con una coraza de falsedades, es momento de poner en claro los roles que ocupa cada uno y las intenciones de cada acción. No son dirigentes respetables, quienes pretendan conducir los conflictos hacia el oscuro horizonte de la indefinición eterna, con la estrategia de “cuanto peor, mejor”.

Por nuestra parte, junto a la mayoría de los trabajadores de los Parques Nacionales de la Argentina seguiremos trabajando día a día en todo el país; como hace diez años lo hacemos para cumplir con el mandato popular y democrático que este Gobierno tiene como consigna, en armonía con las necesidad