Los efectos de las cenizas
Más de 1.700 turistas dejaron Bariloche entre el domingo y ayer en ómnibus de línea mientras que unos 200 pasajeros de Aerolíneas Argentinas lo hicieron en servicios charter, semicama, que partieron de la terminal pese a las demoras y reprogramaciones impuestas por el cambiante estado de las rutas nacionales.
El delegado de la CNRT, Alfredo Rodríguez, informó ayer a "Río Negro" que partieron más de 20 servicios de línea desde el sábado y los ingresos llegaron con alguna demora y muy pocos pasajeros.
Augusto Reales, un turista tucumano que llegó a Bariloche el mismo sábado para vacacionar junto a su mujer y su hija y anticipó su regreso espantado por las cenizas.
Reales relató a este diario que arribaron en el primer vuelo, recorrieron las calles céntricas, almorzaron y se recostaron a descansar. "Al despertar de la siesta pensamos que habíamos dormido de más porque estaba todo oscuro y no entendíamos que pasaba" recordó el hombre que explicó que "tratamos de aguantar a ver que pasaba pero ya con mi hija no puedo aguantar más tanta incertidumbre".
Lucas Maier, un turista de San Pablo (Brasil), señaló que se le hizo muy tediosa la estadía bajo las cenizas, aseguró que "nunca había visto" algo así y que no tenía ganas de volver. El joven debió cambiar el vuelo de partida por un viaje en micro y se mostró fastidiado por las 24 horas de viaje que le aguardaban por delante antes de abordar el vuelo a su ciudad.
Más molesto aún estaba Rafael Carranza, un turista habitué de Bariloche, que tenía el retorno contratado en LAN pero debió conseguir micro para él y su mujer ya que la empresa no le facilitó soluciones ante la contingencia. Carranza se quejó de que "no hubo buena coordinación para avisarle a la gente lo que pasaba" y que "esta terminal no está preparada para un corte de luz".