La represión que no fue
Luego del violento desalojo de un predio en donde se habló de “brutal represión” en la que murieron dos personas, el ministro de Turismo de Formosa explicó en exclusiva lo que sucedió y cómo podría afectar a la actividad en esa provincia la forma de difundir estos hechos, que califica de “farsa”.
Formosa fue noticia en los últimos días a raíz del desalojo de un predio en la localidad de Laguna Blanca, que pretendían ocupar un grupo de indígenas de la etnia Toba. El conflicto lleva varios meses, ya que algunas comunidades están reclamando la sesión de tierras, y mantuvieron durante varios meses cortada una ruta en esa provincia.
Sin embargo, en el marco de las ocupaciones de predios realizadas la semana pasada principalmente en Buenos Aires pero también en otras partes del país, se produjo un violento desalojo que dejó un saldo de al menos dos muertos, uno de los cuales era un indígena toba y el otro un agente de la policía local.
Desde la oposición formoseña han culpado al gobierno provincial por este hecho, como también se hizo desde organizaciones sociales y algunos dirigentes como el piquetero Luis D’Elía. Se habla de “brutal represión” por parte del gobierno de Gildo Insfrán. Es el caso del senador nacional Luis Naidenoff, del radicalismo formoseño, que llegó a pedir la renuncia del ministro de Gobierno Jorge González, e incluso del mismo gobernador Insfrán, en el recinto del Senado.
Efecto en el turismo
Desde la gestión de Insfrán vienen señalando que la situación se trata de un montaje. En declaraciones exclusivas a Mensajero, el ministro de Turismo de la provincia Alberto Areco señaló que se trata de “una farsa” impulsada por dirigentes opositores como el senador Naidenoff, con la colaboración de los medios nacionales, y resaltó que el gobierno formoseño está en línea con la postura de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, opuesta a la represión y tendiente a encontrar soluciones a los conflictos a partir del diálogo.
“Lo que ocurrió acá fue una acción delictual por parte de un grupo de indígenas, que están incitados por gente que nunca llegó a conseguir el voto popular, y por eso buscan desestabilizar al gobierno”, aclaró el funcionario. Se trata de la ocupación de un predio, según el ministro, por parte de unas treinta personas.
Areco insistió en “aclarar esto a la opinión pública” porque el trabajo que viene haciendo la provincia en materia de turismo “se cae por la inconciencia de algunos formoseños” y por la “colaboración de algunos medios nacionales que compran esta farsa que se ha montado a nivel nacional”.
En cuanto a lo que sucede en la provincia, Areco señaló que los formoseños tienen “todo esclarecido, pero lamentablemente esto perjudica al sector turístico, porque se insiste con que Formosa es una provincia donde se reprime y se discrimina”.
Políticas de integración
Areco le detalló a Mensajero las acciones que desde el gobierno formoseño en general, y desde su gestión en turismo en particular, vienen realizando para integrar a las etnias wichi, toba y pilagá, que son las comunidades indígenas que habitan en suelo formoseño.
“Este trabajo comienza cuando se sanciona la Ley 426, la Ley Integral del Aborigen, que es una ley pionera en el país”, aseguró el ministro, quien detalló que por esa norma la provincia “otorgó tierras en propiedad comunitaria a los indígenas y ha construido viviendas en cada comunidad para que todos tengan una casa digna”.
La idea de Areco es integrar a todos los sectores, no haciendo diferencias por etnias. “Venimos trabajando con los pueblos originarios desde el principio de nuestra gestión”, señaló, no sólo con planes especialmente dirigidos a estas comunidades, sino también capacitando a hoteleros, microemprendedores o guías de turismo, donde siempre hay participación indígena.
Todo evento que se hace tienen participación las comunidades indígenas, para que expongan sus artesanías, sus técnicas ancestrales, vendan sus artesanías, hay productores de miel, de charque, de chacinados en el oeste provincial, en la FIT, en la ETI, siempre había representación comunitaria aborigen. Nosotros no hacemos un tratamiento especial en este sentido, porque somos todos iguales.
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