Un gran número de turistas extranjeros suele integrar los contingentes de visitas diarias guiadas en la Casa Rosada por efectivos del Regimiento de Granaderos, unidad escolta presidencial, vestidos con uniforme primitivo de ese cuerpo.
Las visitas a la Casa Rosada se realizan los sábados, domingos y feriados de 10 a 18, y los grupos ingresan por Balcarce 50 cada media hora.
La mayoría de los visitantes, especialmente adolescentes y niños, desde que ingresan por la calle Balcarce 50, muestran "sumo interés" en conocer el despacho presidencial por considerarlo un "símbolo" y el "centro de las decisiones políticas" del país, comentaron en Casa de Gobierno.
A medida que transitan por el interior de la Rosada van observando un proceso de reformas, restauración y puesta en valor de la Casa, que esta llegando a su etapa final.
La misma se llevó a cabo, tras haber sufrido un fuerte castigo su estructura edilicia por parte de ocupantes de todas las épocas que contribuyeron en su deterioro, entre ellas la peor: el bombardeo aéreo en 1955.
El secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, dispuso poner "la Casa en orden" efectuando las obras en tres etapas simultáneas: restauración de la fachada, la recuperación del frente sur y su integración con la Plaza Colón; además de recobrar su interior, devolver su belleza y esplendor original y funcional a las necesidades del Siglo XXI.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dispuso que la Casa Rosada sea pública y conocida por la ciudadanía y deje de ser un lugar misterioso, para convertirse en un centro de divulgación de nuestros antecedentes históricos.
Durante el circuito los visitantes tienen la oportunidad de conocer el ámbito donde se gestaron momentos decisivos de nuestro país y muchos de ellos se interesan por ubicar el "balcón" del General Juan Domingo Perón.
Además del despacho presidencial, recorren el Salón Blanco, los Salones Norte y Sur, de las Mujeres y de los Científicos, la Capilla Cristo Rey, el Hall de Honor, El Patio de Honor, las Escaleras de Honor (Francia e Italia); el ascensor presidencial, las Galerías de los Vitraux y de los Bustos y, claro, el balcón.