Si se realiza una cronología de esta empresa hay que remontarse al 2003, y al por entonces Presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, quien ya estaba finalizando su mandato. La crisis del 2001 aún seguía produciendo estragos y muchas empresas bajaron sus persianas o quebraron, como sucedió con las aerolíneas LAPA y Dinar, aunque la primera además seguía arrastrando las consecuencias de una las tragedias aéreas más impactantes que tuvo el país. 

Para paliar las consecuencias de la desaparición de LAPA y Dinar Duhalde, mediante el Decreto 1238/2003 (30156), firmó la creación de una empresa estatal temporal que se llamó Líneas Aéreas Federales Sociedad Anónima (LAFSA), para la cual destinó 40 millones de pesos. Esta compañía tomaría al personal de las aerolíneas quebradas, unos 350 empleados, en una primera etapa. El presidente designado para la nueva aerolínea fue José Alberto Bidart, un hombre muy cercano a las filas del ex ministro de Planificación, Julio De Vido. 

Uno de los artículos del Decreto especificaba que el 100 por ciento del capital de la empresa pertenecía al Estado y en otro artículo se establecía un plazo de 180 días para comenzar con el proceso de privatización, algo que nunca sucedió. 
El 23 de septiembre de 2003, LAFSA se asoció con Southern Winds, otra aerolínea argentina con problemas financieros, a punto de quebrar; ya que asociarse era la única manera para que SW pudiera seguir operando. Durante un año y medio, la compañía aportó seis aviones, estructura de ventas y su ruta a Madrid; por su parte, LAFSA puso el combustible, que significaba unos 3.200.000 pesos por mes, y su personal. 

Con bombos y platillos

El 3 de octubre de 2003, el ya electo presidente Néstor Kirchner, inauguró oficialmente la aerolínea estatal. El acto se realizó en el aeroparque Jorge Newbery y allí el ex mandatario expresó que la empresa iba a “unir la Argentina” y además terminaría con los “caprichos” de los vuelos organizados por determinados grupos en forma monopólica.

“Apostamos a un buen resultado, sabemos que los escépticos van a estar esperando que fracase, pero nosotros estamos convencidos de que la calidad empresaria y de los trabajadores permitirán que esto pueda funcionar”, agregaba Kirchner. 
De ese acto inaugural participaban los por entonces ministros de Infraestructura, Julio de Vido, y de Interior, Aníbal Fernández, y los ex secretarios de Turismo, Enrique Meyer, y de Transporte, Ricardo Jaime. (Ver recuadro “Se veía venir”).

En marzo de 2004 se aprobó la solicitud de aprobación de vuelos y en mayo de ese año, les otorgaron las rutas que habían pedido, en las que se incluía Puerto Madryn, Ushuaia, El Calafate, Bariloche e Iguazú. 

Un problema blanco

Todo parecía muy romántico, hasta que en el 2004 se desató uno de los escándalos que aún siguen en boca de la opinión pública: las famosas narcovalijas. El 17 de septiembre de 2004, en un vuelo de SW de Buenos Aires a Madrid, salieron cuatro valijas cuya única identificación era “Embajada Argentina en España”. Cuando el equipaje fue descargado en Barajas, nadie fue a buscarlo, lo que levantó sospechas en la Guardia Civil española. Cuando las revisaron, descubrieron que había casi 59 Kg. de cocaína. Un mes después, SW hizo la denuncia ante la Justicia, pero la historia se dio a conocer recién en febrero de 2005. 

Claro que el escándalo no se detuvo allí, ya que a medida que la investigación avanzaba, se supo que uno de los acusados era Walter Beltrame, nada más y nada menos que el encargado de pasajeros frecuentes de SW y, por si faltaba algo, hijo del ex jefe de Seguridad del Aeropuerto de Ezeiza, Comodoro Eduardo Beltrame. Debido a esta causa, Beltrame padre fue relevado, al igual que el por entonces jefe de la Fuerza Aérea, Comodoro Carlos Rohde; por otra parte, se disolvió la Policía Aeronáutica Nacional y se creó la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

Luego, según trascendidos, también se agregó que no era la primera vez que se transportaban drogas en un vuelo de SW, porque aparentemente, en la ruta Córdoba–Tacna (una ruta que generaba muchas pérdidas, pero que sin embargo el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, defendía a muerte) habría comenzado todo el proceso madre del escándalo que finalmente se dio a conocer. 

Alimentando al  fantasma
Claro que todo esto hizo tambalear a LAFSA ya que con este escándalo se acababa la sociedad con SW y no iba a poder mantenerse, aunque misteriosamente, y sin aviones, pero con empleados, siguió operando y percibiendo fondos estatales con los que se les pagaba a los trabajadores por no hacer nada. Este “beneficio”, duró hasta el 2009, cuando Ricardo Jaime deja su cartera y el gobierno nacional decide el fin de LAFSA y su liquidación.

El proceso debía desarrollarse en el ámbito del Ministerio de Economía y tendría un plazo de 180 días a partir de la inscripción en la Inspección General de Justicia.

Claro que el cuento no termina acá, porque un año más tarde, no sólo no se había liquidado, sino que el Boletín Oficial del 23 de septiembre, emitió la Resolución 598/2010 del Ministerio de Economía, en la que se establecía la aprobación del “Plan de Acción y Presupuesto para el Ejercicio 2010” de la aerolínea federal. Durante ese período, los ingresos de la compañía fueron de cero (0) $, al contrario de los gastos operativos que se elevaron a $ 3.924.150. 

Muchos de los empleados de LAFSA fueron repartidos en otras empresas, pero algunos siguieron en la empresa fantasma percibiendo su sueldo. 

El 12 de mayo de 2012, el Ministerio de Economía dictó la Resolución 154, por la cual la aerolínea contaría con un presupuesto de más de 3 millones de pesos, con una pérdida anual de 1 millón. 

Para ese entonces, la empresa tenía todavía cinco empleados y dos profesionales contratados. 
Los empleados de planta permanente percibieron  $ 964.192 en concepto de sueldos, lo que daba un sueldo bruto promedio para cada uno de ellos de $ 14.833 mensuales.

Luego de una década, y después de consumir 140 millones de pesos del Estado, se procedió a la liquidación final de LAFSA.
El anuncio fue hecho en el mes de marzo de 2013 mediante la Resolución 1031/2013 publicada en el Boletín Oficial y firmada por el entonces Ministro de Economía, Hernán Lorenzino. La misma, en su artículo 4° establecía: “Dase por concluido a los noventa (90) días corridos el proceso liquidatorio de LAFSA”.

El fantasma se reactiva

El tema parecía estar guardado, o por lo menos olvidado, por aquellos que no siguieron el caso de cerca. Todo esto cambió la semana pasada cuando el juez federal Sergio Torres citó a Julio De Vido y a Ricardo Jaime en Comodoro Py para que  presten declaración indagatoria en el marco de la causa en la que se investiga la creación y el mantenimiento millonario de LAFSA.
Además, Torres posee un expediente judicial en el que se acumulan diversas denuncias que se fueron sumando en los últimos tiempos. En el proceso de investigación se descubrió que hubo una serie de maniobras fraudulentas por unos 37 millones de pesos, por los cuales los indagados deberán dar explicaciones. 

Junto a ellos, que son la cara más visible del caso, el magistrado también citó a otros 25 imputados, entre los que se encuentran el ex subsecretario de Transporte Aerocomercial, Ricardo Cirielli, y Nicolás Scioli (hermano de Daniel Scioli) quien integró el directorio de LAFSA; además de otros funcionarios, directivos de SW y empresarios vinculados a la aviación comercial. Las indagatorias comenzarán en agosto (luego de la feria judicial) y terminarán el 26 de septiembre con la declaración de De Vido.

En este contexto, el juez Torres declaró: “Desplegaron un sinnúmero de maniobras defraudatorias a través de la administración infiel con el afán de beneficiarse ellos mismos y o a terceros”. Por otro lado, también apunto directamente a  SW y afirmó: “Existen sobrados elementos que dan cuenta de numerosos incumplimientos por parte de esa empresa privada, cuyos ex directivos también fueron citados a indagatoria” y concluyó: “Encararon un negocio intencionalmente con el único fin de justificar parte de la actividad rentada de los directivos, gerentes y de algunos prestadores independientes contratados”.  

Se veía venir 

El día que el ex presidente Néstor Carlos Kirchner inauguró oficialmente LAFSA, Mensajero Turístico publicó una nota en la que se mostraba cómo se le quitaba el ploteo a uno de los aviones, luego de que el acto finalizara y el ex presidente se había retirado de Aeroparque. 
En un extracto de la nota se afirma: “Delante de los funcionarios pasaron las aeronaves Patagonia, Región de Cuyo y Buenos Aires, y otras dos, que habrían sido enmascaradas de apuro y sólo para la ocasión. Una de éstas definitivamente  desprolija, más parecida a un juguete viejo y pintarrajeado que a un avión en condiciones de ser presentado para que cumpla un servicio digno, tanto para los pasajeros como para los tripulantes y empresarios que deben poner en condiciones las máquinas. Horas después de finalizada la fiesta, ese avión y otro más, habrían sido despojados del ploteado al que habían sido sometidos con anterioridad”. 

Este hecho casi anecdótico y bizarro, no habría cobrado relevancia si la empresa hoy estuviera funcionando como corresponde, pero la historia es distinta. ¿Habrá sido un presagio de todo lo que pasó después?  

Causas y más causas

Es de público conocimiento que Ricardo Jaime y Julio De Vido acumulan causas que los implica directa o indirectamente. 
Entre otras causas, hace unos días se conoció que De Vido se encuentra procesado por la Tragedia de Once, en la que murieron 51 personas, una causa por la que Jaime fue procesado en el 2012. De Vido también fue indagado por el juez federal Julián Ercolini, quien será el encargado de resolver su situación procesal en la causa por la compra de material chatarra para los trenes del ferrocarril Belgrano.Por otro lado, el fiscal federal Carlos Stornelli pidió que se lo cite a indagatoria por supuestos sobornos y  fraude en la causa Skanska. 

Ricardo Jaime, por su parte, deberá enfrentar un juicio por enriquecimiento ilícito. La causa está abierta desde 2008 y hace tres semanas, el fiscal federal Carlos Rívolo pidió  juicio oral para Jaime y otros 14 procesados. Además tiene varias causas penales, por las que el juez Encorlini, ordenó su detención el 2 de abril, luego de llamarlo a indagatoria por la compra de material ferroviario en desuso a España y Portugal.


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