Sin dudas se trata de un fin de semana largo atípico. Hoy se celebra por única vez el Día del Bicentenario de la Creación y Primera Jura de la Bandera Argentina pero este receso se da justo cuando hace pocos días culminó el feriado de cuatro días del Carnaval, además de tratarse de fin de mes y que en muchos lugares mañana comienzan las clases.
Todas estas cuestiones seguramente influyeron en más de una familia, pero no en todas ya que en consonancia con lo que sucedió durante toda la temporada, la ciudad vive un muy buen fin de semana en materia turística.
Según los datos suministrados por el Consejo Mixto Gualeguaychú Turismo hubo casi un 100 por ciento de ocupación en hoteles y parahoteles y solo habrían quedado algunas habitaciones libres en un hotel.
No sucedió lo mismo con los campings que, salvo Solar del Este que se completó días previos al fin de semana, en el resto el movimiento fue tranquilo.
En este marco, Fabián Godoy, reconoció que se trató de un fin de semana largo “algo atípico” y explicó: “venimos de un fin de semana largo en el que se fue todo el mundo a algún lado, y a esto hay que sumar que es fin de mes y que coincidió con el inicio de clases. Pero a pesar de esto se vive un muy buen fin de semana turístico”.
En tanto, según los datos suministrados por el área de Prensa del Carnaval, la máxima fiesta a cielo abierto del país congregó a unas 20 mil personas en el predio de la Vieja Estación. La cifra coincidió con la presencia de público de la misma noche –novena- de 2011, ya que el sábado 26 de febrero del año pasado también hubo casi 20 mil personas en el Corsódromo.
Una vez más, este sábado los organizadores del Carnaval, dirigentes e integrantes de clubes y autoridades debieron enfrentar condiciones climáticas adversas. Es que apenas se había iniciado el paso de la comparsa Papelitos comenzó a levantarse un fuerte viento que anunciaba la llegada de una tormenta, lo que dificultó el despliegue escénico de los integrantes de la comparsa, que a causa del viento, intenso y frío, debieron redoblar su esfuerzo para culminar su pasada.
Pero afortunadamente las amenazas se concretaron en dos tenues lloviznas que afectaron sobre todo a la comparsa Marí Marí, la encargada de cerrar la novena noche de Carnaval, ya que O’Bahía, que pasó en segundo lugar, desfiló sin grandes dificultades.
El público también resistió el temporal y el frío de la noche del sábado ya que mayoritariamente permaneció en sus ubicaciones alentando a los integrantes de las comparsas.
A causa del clima, que a cada minuto amenazaba con aguar la fiesta, las comparsas desfilaron de manera rápida y sin interrupciones, tal es así que a eso de las dos de la madrugada culminaba su paso la comparsa Marí Marí, cuyo arengador Juan Boari exclamaba con razón: “¡Cortamos la tormenta!”.