Esto recién empieza
Después de las crisis que azotaron al Turismo nacional en años anteriores, entre las que es posible enumerar los problemas surgidos con la Gripe A, el Dengue y, en un marco más general, la crisis económica internacional, este año ha tenido buenos resultados y cifras que acompañan.
Sin embargo, los resultados obtenidos en 2010 -”un año récord para el turismo”, según Juan Mirenna titular de la CAT-, no deberían dejar conformes ni al sector privado ni al público, ya que Argentina, como muchas veces lo sugirió la mismísima presidenta Cristina Fernández en giras y disertaciones alrededor del mundo, es un país que tiene mucho para ofrecer a nivel turístico-cultural.
Lo que viene, lo que viene
Con los primeros días de diciembre ya tachados en el calendario, muchos argentinos comienzan a planificar que harán con su tiempo para vacacionar. Este mismo mes, con reminiscencias tan referidas al ocio y las fiestas, es un momento bisagra para los empresarios y los estatales vinculados a la Industria Turística ya que es cuando renuevan cada año las expectativas alrededor del movimiento de pasajeros durante el período estival.
El turismo se convirtió con el correr de los años en una importante fuente de ingreso económico para las distintas regiones del país. A nivel global, la llamada Industria de las Chimeneas representa uno de cada doce empleos en el mundo y se espera que este año genere cerca del 9 por ciento del Producto Bruto Interno global. En la misma línea, en 2009 –últimos datos de la Cámara Argentina de Turismo–, en nuestro país significó el 7,25 por ciento del PBI. Ahí radica la importancia de tener un plan de turismo a largo plazo.
Desde el sector privado, las expectativas son altas. Mirenna sostiene que “las previsiones que hacemos para este verano son muy fuertes”, mientras que Ricardo Roza, presidente de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (AAAVyT), asegura que este año que viene, en cuanto a consultas y reservas recibidas hasta la fecha, “se presenta como una de las mejores de los últimos años”, ya que “superan las del año anterior a esta altura”.
“Creo que va a ser una muy buena temporada, que están todas las condiciones dadas para que sea excelente, nos favorece el tipo de cambio con respecto a nuestros principales competidores, que son los países limítrofes”, explica con respecto al futuro inmediato, Ignacio Crotto, secretario de Turismo de la Provincia de Buenos Aires.
Ser coherentes
Los valores de alquiler, gastronómicos y hoteleros, también resultan importantes, tanto para el bolsillo de los turistas como para que el sector demuestre maduración, en donde se exhiba una mayor intención de lograr una temporada con buenos niveles de viajantes, evitando precios que guarden poca relación con la realidad nacional y que hagan dudar al argentino de vacacionar en su país o dirigirse a horizontes más lejanos por el nivel de servicios y una diferencia económica exigua. En el caso de Mar del Plata, uno de los destinos clásicos para distenderse en nuestro país, los alquileres de departamentos y casas para este verano tendrán un incremento del 10 por ciento, valores dependientemente relacionados con los aumentos por la inflación. A pesar de esto, Néstor Walenten, titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina, asegura que los balnearios de la Costa Atlántica, en general, tendrán “una muy buena temporada”.
Es por eso que Roza confía en “consolidar una tendencia que ya habíamos notado el año anterior y es que cada vez más argentinos tienen la posibilidad y el deseo de veranear en los diferentes destinos de nuestro país. No solo en los tradicionales sino en otros que están surgiendo rápidamente”.
Córdoba, el sur de la Patagonia, especialmente Ushuaia y El Calafate, el noroeste, han sabido transformarse, por tradición o por buenas campañas para dar a conocer sus encantos, en otros destinos muy concurridos de cara al verano y que esperan tener una temporada realmente buena.
Incluso, más allá del verano, hay otros destinos que quieren tomar la posta para continuar con el balance positivo del Turismo. José Ignacio Saife, subsecretario de Turismo del Chaco, explica que su provincia concentra sus productos y atractivos turísticos de abril a octubre y que “las expectativas son muy altas” para 2011.
Un buen dato para analizar cómo puede resultar la temporada estival “son los últimos fines de semana largos y el nivel de reservas en los principales destinos turísticos del país, este verano será realmente muy bueno para el sector turístico”, según Roza, que no deja de remarcar la meta que ya había impuesto Meyer de “5.000.000 de turistas extranjeros” que visitaron nuestro país en los últimos doce meses. Asimismo, Rodrigo Torre, secretario de Turismo del Partido de La Costa, explica que en su municipio tuvieron “un fuerte incremento de consultas, ya en el último fin de semana largo de noviembre, y una mejora del nivel de gasto promedio de cada visitante”.