Abierto en diciembre de 2011, Hotel Le K2 es el resultado de una nueva idea desarrollada por los propietarios del famoso Hotel Kilimandjaro, Philippe Capezzone y Stanley Fink. Un nuevo hotel de 5 estrellas tan exclusivo como elegante, que lleva su nombre en honor a la segunda montaña más alta del mundo, después del Everest.
Este lujoso hotel se encuentra ubicado muy cerca del centro de esquí de Courchevel, a más de 1800 metros sobre el nivel del mar sobre la cadena montañosa de los Alpes, en Francia. La excelente ubicación del hotel junto a las pistas permite entrar y salir del hotel directamente en los esquíes.
El K2 cuenta con 29 habitaciones y 5 chalets independientes, todos ellos con una excelente decoración y cuidados hasta el más mínimo detalle, sin olvidar que ofrecen una maravillosa vista hacia las montañas nevadas, el valle y los bosques.
Entre las instalaciones de este hotel encontramos un fantástico Spa de dos plantas con productos La Prairie, varias opciones de espacios gastronómicos, bar, una tienda deportiva, una discoteca, sala de juegos para los más chicos y mucho más.

Habitaciones
Las habitaciones se encuentran distribuidas en las cinco plantas del hotel. Las del nivel inferior tienen acceso a las pistas de esquí.
Las más grandes disponen de dos niveles y cuentan con un hall de entrada, home cinema, mini bar y otras comodidades como hidromasaje y ducha italiana.
Además de las habitaciones, el hotel cuenta con chalets independientes, con el más alto nivel de lujo extravagancia, comodidad y tecnología, hecho para los clientes que desean vivir una experiencia hotelera realmente inolvidable: Estos tienen 3 o 4 niveles y disponen de un ascensor privado. Los chalets están preparados para albergar 10 o 12 personas y según la categoría disponen de: piscina interior, hidromasaje, sala de cine para 10 personas, chimenea, bar privado, bibliotecas y más. Todos los huéspedes que se albergan en estos chalets disponen de servicios exclusivos de mayordomo, cocinero y camareros.

Otros lujos
K2 cuenta con un Spa que invita a olvidarse del frío con sus 550 metros cuadrados divididos en dos plantas en los que se puede disfrutar de exclusivos tratamientos faciales y corporales, los últimos avances de la cosmetología, reflexología y cromoterapia.
Sus restaurantes, el Black Pyramid y el Kintessence, son dos diferentes opciones para disfrutar de la más exquisita cocina francesa.
El hotel incluye el Lounge Bar LE 8611, un acogedor bar donde disfrutar de excelentes aperitivos y refinados cócteles entre horas y, por último, el Winston Club, el lugar diseñado exclusivamente para relajarse mientras disfrutan de un puro o un cigarro, protegidos del frío de la montaña.