Que la feria de turismo internacional de habla hispana más importante del mundo, nos referimos a FITUR, le dedique un espacio específico al segmento del turismo LGBT -Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales- es poco más que llamativo. Es que siendo el turismo básicamente una actividad económica, desaprovechar un nicho de mercado con muy buen poder adquisitivo y nivel de gastos sería muy mal negocio.
Y es que siguiendo la tendencia que ya se vio en ferias como las de Barcelona, Londres o Buenos Aires, este año FITUR tuvo su Pink Corner, un espacio exclusivamente destinado al turismo gay.

Porqué interesa tanto
Según las cifras que maneja el Patronato de Turismo de Madrid, en Europa la población LGBT es muy grande: alrededor de ocho millones de personas en Alemania, seis millones en Inglaterra, cinco millones en Italia, tres millones en España y 42 millones en Latinoamérica.
El turismo LGBT supone el 10 por ciento del gasto del turismo mundial, y genera anualmente unos 73.000 millones de euros, según datos de la Asociación Internacional del turismo gay y lésbico. Tienen gran disposición para viajar en cualquier época del año y administran y utilizan un mayor porcentaje de sus rentas e ingresos en turismo.

En otras latitudes
El DF de México viene impulsando acciones para posicionarse entre los destinos turísticos elegidos por la comunidad gay. Este segmento le dejó a la capital mexicana seis millones de pesos en el segundo semestre de 2010, de acuerdo con datos difundidos por la Oficina de Turismo Lésbico-Gay Bisexual y Transexual, dependiente de la Secretaría de Turismo del Distrito Federal, cuyo responsable, Erwin Romero Montiel, señaló que, de continuar esta tendencia, la urbe podría convertirse en poco tiempo en un destino de alcance internacional para este segmento.Según el funcionario, las estadísticas en naciones como Estados Unidos y Canadá, indican que el llamado “pink-market” está valorado en más de 560 millones de dólares, pues un turista gay reditúa 1.166 dólares promedio por persona cada vez que sale de vacaciones, superior a los 627 que consume como promedio un heterosexual.
No queda duda de la fuerza que tiene este segmento cuando vemos que en Uruguay se está construyendo un hotel en la playa naturista Chihuahua, que contará con dos edificios, uno de 34 habitaciones para huéspedes homosexuales y otro de 46 para heterosexuales, además de tres restaurantes, varias piscinas y Spa.

En Argentina
En nuestro país, por otro lado, después de la aprobación del matrimonio entre las personas del mismo sexo, el turismo gay pasó de ser 18% del total en 2008, a 21% en 2010.
Buenos Aires se ha convertido en los últimos años en una meca del turismo LGBT y ahora Mar del Plata se afirma como destino para el turismo gay, con la incorporación de más boliches, bares y restaurantes que apuntan a este público. Y en una docena de hoteles (desde hosterías a cinco estrellas) ya pueden pedir cama matrimonial sin