A partir de la última fluctuación cambiaria, el mercado ha cambiado. Ese es el título de lo que pasó en estos últimos meses. Al hablar de cambio hay que destacar el hecho de que nos convertimos de un mercado eminentemente emisivo, en una posibilidad cierta por ahora, de pasar a ser un mercado fuertemente receptivo.

Cuando decimos que “éramos un mercado eminentemente emisivo”, el número que lo ilustra son los 10 mil millones de dólares que arrojó la balanza comercial en forma negativa. Incluso se presenta como la síntesis de todo lo que significaba este sector. 

El turismo  post devaluación

¿Qué fortalezas tenemos para poder captar este mercado? Tenemos una infraestructura turística, construída en los últimos 15 años, que es realmente muy buena, tanto en la planta hotelera-gastronómica, como en la prestación de servicios. Si uno analiza dónde están los principales circuitos turísticos de la Argentina, su capacidad hotelera y el crecimiento que han tenido, y comparamos esta fotografía con la del 2001/2002, estamos mucho mejor posicionados hoy de que lo que estábamos en ese entonces.

Entonces, ¿el turismo se encuentra ante la misma situación que en el 2001/2002? Desde el punto de vista cambiario sí, desde el punto de vista estructural, no. Estamos mucho mejor ahora que entonces. Por citar algunos ejemplos, en el 2001 Puerto Iguazú no tenía el desarrollo en infraestructura que tiene hoy. Su moderna planta hotelera es totalmente competitiva y con grandes ventajas frente a nuestros vecinos. Por otro lado, El Calafate era un destino totalmente precario e incipiente, pero hoy está completamente fortalecido. En este mismo sentido, la Ruta del Vino de Mendoza en aquel inicio del Siglo XXI, no era lo que es hoy con todos los servicios de calidad que brinda. En ese mismo período Salta no había empezado su transformación y en Jujuy, la Quebrada de Humahuaca todavía no había sido declarada.

“Estamos ante la necesidad imperiosa de salir a buscar el mercado internacional”

Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y al día de hoy estos destinos están desarrollados para ofrecerse como productos turísticos de calidad ante el mundo.

A esto hay que sumarle que el producto Nieve, que es sumamente atractivo para el mercado brasileño, ha invertido muchísimo en equipamientos y hotelería. Estamos frente a una gran oportunidad para salir a captar un mercado que puede llegar a revertir esta balanza negativa de 10 mil millones de dólares. Esta posibilidad no la tuvimos ni en el 2001, ni en el 2002. 

El turismo  post devaluación

Lo que hubo en el 2002 fue una parálisis del mercado, algo parecido a lo que sucedió ahora. Si se observa el BSP y lo que está pasando en la compra macro, se nota que hubo una seria disminución del consumo en forma rápida desde que se disparó el dólar. Sin embargo, si vemos lo que pasó en el 2002 al llegar las vacaciones de verano, el mercado tardó en reaccionar unos 15 o 20 días y luego se produjo una gran compra de turismo interno a último momento. Teniendo en cuenta este antecedente, no es muy difícil pensar que en esta temporada estival pasará lo mismo y que será muy buena, pero básicamente focalizada en el turismo interno y de los países limítrofes. En este sentido hay que destacar que el mercado chileno es el que primero reacciona. Sin ir más lejos, el fenómeno mendocino tiene una fuerte vinculación con ese mercado y es el que está más en el día a día de cómo influye el cambio en la frontera, porque tanto Santiago de Chile como Mendoza, son dos grandes ciudades donde la población está muy interrelacionada entre sí, con lo cual, cuando se presentan estos desajustes cambiarios el flujo de turistas cambia rápidamente hacia un lado u otro de la frontera. 

Otro mercado importante es Brasil con el que se verán favorecidos, tanto el producto Nieve como las ciudades de Buenos Aires, Salta y Mendoza, fundamentalmente. 

Estamos ante la necesidad imperiosa de salir a buscar el mercado internacional para alentarlo más que nunca, tratando de acelerar lo más que se pueda su llegada con esta ventaja competitiva que tiene Argentina en dólares. 

El turismo  post devaluación
Estrategias para captar al turismo interno

En esta coyuntura de buscar la recuperación, va a ser central la calidad de los productos que ofrezcamos y sus precios, ya que hoy por hoy, el turista interno que está consumiendo, es un público que ha viajado al exterior en los últimos años e, inevitablemente, va a comparar el producto nacional con el que utilizó en otros países, y es ahí cuando hay que desarrollar la habilidad de adaptación del sector turístico argentino, para dar un servicio de calidad internacional a nuestro propio público y así demostrar que el país está preparado y que tiene una sociedad dispuesta a apostar a favor del turismo nacional. 

“Las programaciones que se den a partir de marzo van a ser un buen indicador para ver qué va a pasar”

La evolución de la conectividad aérea

En la actualidad se ha generado una gran expansión de rutas aéreas desde el interior del país hacia el exterior. Hoy Tucumán, Salta, Jujuy, Mendoza, Córdoba, Neuquén, Bariloche, Iguazú o Rosario, están teniendo mucha más conexión internacional que antes. Esto estaba pensado, básicamente, para un gran desarrollo del turismo emisivo, y que con el dólar alto va a ser todo un desafío el ver si se logra o no. Pero en el tráfico de Córdoba, Ezeiza y el de Mendoza incluído, donde está mucho más consolidada la propuesta emisiva-receptiva, sí puede ser que sea más fácil convertir esos vuelos en receptivos de turistas internacionales. 

Los primeros que van a reaccionar van a ser los países limítrofes, después los países más importantes en materia turística para Argentina y por último los que están menos potenciados, esa relación se da siempre así. 

La gran pregunta es si las compañías aéreas que han hecho muchos vuelos del interior al exterior, pensando en vuelos emisivos, van a poder sostenerse con aviones en el tiempo. Las programaciones que se den a partir de marzo van a ser un buen indicador para ver qué va a pasar. 

El turismo  post devaluación
 El 2002, con cifra récord de turistas extranjeros

La cantidad de turistas extranjeros que visitaron la Argentina en 2002 fue récord en la historia: 3.023.419 turistas, lo que representa un 15 por ciento más del año anterior, el 2001. La avalancha de visitantes generó un ingreso de divisas por 2.247 millones de dólares.

Tres de cada cuatro turistas extranjeros provinieron de países limítrofes, tentados por el shopping barato. Entre los visitantes vecinos, casi un 40 por ciento fueron chilenos. En cambio, el turismo norteamericano y europeo disminuyó casi un 20 por ciento. Del mismo modo, la salida de argentinos al exterior cayó un 40 por ciento: hubo un 55 por ciento menos de argentinos que viajaron a América del Norte y 30 por ciento a Europa.

Daniel Scioli, por entonces secretario de Turismo de la Nación, expresó: “Si se tiene en cuenta que durante 2002 los argentinos que viajaron al exterior gastaron 1676 millones de dólares, observamos que el país ha dejado de perder divisas por turismo y obtuvo un saldo neto por 571 millones de dólares”.

En 2002, los turistas extranjeros dejaron en el país 2247 millones de dólares, una cifra inferior a la de 2001 –cuando existía la paridad entre la divisa norteamericana y el peso argentino–, que fue de 2547 millones.

El turismo de chilenos había aumentado un 61 por ciento en relación al año anterior: de 520.316 visitantes transandinos se pasó a 840.751, la cifra más alta de turistas limítrofes, que en total abarcó 2.315.717 personas, cuando en 2001 habían sido de 1.828.203 visitantes. En promedio, el gasto diario por extranjero fue en 2002 de 77,3 dólares contra 94,4 dólares en 2001.

Para las autoridades de Turismo, la baja de visitantes norteamericanos y europeos –en contraposición con el incremento de visitantes latinos– responde en primer lugar al efecto que provocaron los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos sobre el turismo mundial y en segundo lugar, al impacto en el exterior de los acontecimientos del 20 de diciembre de ese año en Argentina.

El turismo  post devaluación

Por: Bernardo Racedo Aragón

Gerente Comercial y de Marketing de Andes Líneas Aéreas.