Educando al turista
La ciudad de Mar del Plata, que casi triplica durante el verano el volumen de basura que se genera, realiza una serie de acciones como la intensificación de las campañas en medios de comunicación y la colocación de cestos diferenciados en espacios públicos con el objetivo de que el visitante se sume a un hábito local: la separación de residuos.
"La generación de residuos no sube proporcionalmente porque hay más personas en la ciudad, sino que sube exponencialmente por el estilo de vida del turista que, por ejemplo, come afuera o compra alimentos con packaging o enlatados, genera más basura que la de la persona que está en su casa", explicó el arquitecto Marcelo Artime, presidente del Ente de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad de General Pueyrredón.
Durante el año, Mar del Plata cuenta con unos 700 mil habitantes que generan un promedio de 400 toneladas de residuos diarios. "En verano, de diciembre a marzo, la ciudad recibe unos 3.500.000 de visitantes y se llegan a recolectar hasta 1.100 toneladas por día", detalló Artime.
Y continuó: "Sólo en la limpieza de la Playa Popular, que se realiza entre las 3 y las 7 de la mañana, se recolectan seis mil kilos de basura, lo que llena medio camión de recolección".
En 2007 la ciudad comenzó un proceso para la construcción de dos plantas a fin de poder separar sus desechos, una para residuos recuperables y otra de disposición final de residuos, para lo cual tras recibir el apoyo de la Secretaría de Ambiente de la Nación se solicitaron dos créditos del Banco Mundial.
"Esa dos plantas son la infraestructura principal para poder compartir con la población el desafío de separar los residuos porque en las comunidades existe adhesión y voluntad de hacerse, pero no resulta un acuerdo honesto cuando se pide la separación y todos los residuos van al mismo destino", señaló por su parte el intendente Gustavo Pulti.
Antes de la construcción de estas plantas, la ciudad mantuvo por más de 30 años un basural a cielo abierto, con las consecuencias ambientales y sociales que ello implica.
A la planta de residuos recuperables -gestionada por la cooperativa CURA (Común Unidad de Recuperadores Argentinos)- llega aproximadamente el 50 por ciento del volumen que se recolecta que está separado por los vecinos en sus casas en las bolsas verdes.
"La planta tiene una línea de procesos con cintas en la cual se vuelca esta basura y manualmente los trabajadores de la cooperativa van arrojando en diferentes recipientes latas, plásticos, vidrios y papeles", detalló Artime.
Lo que se obtiene de la venta del material queda íntegramente para los trabajadores de la cooperativa, que actualmente son alrededor de 60 personas.
"Los vecinos recibieron muy bien la propuesta y tuvieron gran adherencia. Con el turista es diferente porque vienen de distintas partes y en muchas de ellas no existe la cultura de la separación, entonces es difícil que en una semana, quince días o un mes adopte ese hábito", detalló Artime.
"No obstante -continuó- se realiza un esfuerzo para que esto suceda. Hacemos fuerte campaña en los medios, trabajamos con los encargados de propiedad horizontal y en las playas públicas colocamos cestos diferenciados y explicamos para qué es cada uno".
El funcionario sostuvo que "la separación de residuos hace bien al medio ambiente, hace bien a la administración del nuevo centro de disposición final porque si bien uno tiene un gran volumen de basura hay casi un 50 por ciento que no se vuelca aquí con lo cual alargas la vida útil y ese no es un dato menor".
"También está el costado social que es el trabajo que se genera en la cooperativa que gestiona la planta y otro beneficio que ha tenido esta política es que gracias a la separación en el Parque Industrial se han instalado empresas que tienen que ver con el reciclaje de basura con lo cual se genera mano de obra", indicó.
De cara al futuro, el intendente Pulti detalló que "junto a la Secretaría de Ambiente de la Nación estamos gestionando un nuevo crédito, esta vez en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para una obra de remediación de lo que era el basural a cielo abierto".
Esta obra consistiría en neutralizar los gases y los fluidos que todavía se emiten en el predio, proteger las napas y, finalmente, parquizar esas hectáreas.
"Otra medida que queremos implementar es la instalación de contenedores en la zona del micro y del macro centro", concluyó Artime.
Fuente: Télam