Luego de la avalancha de viajeros y la euforia producida por el Rally Dakar en Argentina llega la hora de ver la realidad de una temporada que se muestra de manera compleja. De acuerdo a diversos estudios realizados en los últimos días, el gasto de los turistas extranjeros en el país se redujo de forma considerable. En diciembre, quienes visitaron la Argentina gastaron en promedio un 35 por ciento menos que el mismo mes de 2007, de acuerdo con un informe elaborado por Global Refund y publicado por el matutino Clarín.
El miedo que circulaba en el sector sobre la ventaja comparativa que beneficia a Brasil y sus playas tras la devaluación del real se evidencia también en la Cordillera de los Andes (ver nota de página 11). Mientras que los pronósticos de los brasileños hablan de un aumento del diez por ciento en la cantidad de argentinos que arribarán a los distintos destinos turísticos de ese país durante la temporada veraniega actual respecto de 2008.
El arribo al Aeropuerto Internacional de Ezeiza descendió en los últimos relevamientos del año y las compras siguen en ascenso pero porque los precios bajan.
El consumo cayó en los principales puntos turísticos del país. En la calle Florida, con el 39 por ciento de las ventas, el gasto bajó un 42 por ciento, el mismo porcentaje que en la Recoleta. En la zona de Cuyo se vendió un 41 por ciento menos que el año pasado y en la Patagonia, un 87 por ciento.
Teoría de los cuatro pesos
Teniendo en cuenta ese panorama, operadores turísticos del país se sumaron al pedido de los industriales y del campo para que el dólar llegue a los cuatro pesos que se pasea por los 3,45 a 3,47, y todo indica que un aumento de 50 centavos es necesario para no perder competitividad.
El pedido se relaciona con igualar lo que se transformó en la ventaja co