Entre octubre y fines de marzo de cada año, Ushuaia suma a su múltiple oferta turística la posibilidad de aventurarse hacia la Antártida, el desolado territorio ubicado en el extremo sur del globo terráqueo.
Emplazada a mil kilómetros de la Antártida, la capital fueguina se convierte en el destino más próximo al continente blanco y de hecho, en su puerto recalan más del 90 por ciento de las embarcaciones mundiales que ponen proa a la gélida superficie. En la temporada 2010-2011 Ushuaia recibirá 45 cruceros turísticos, 31 de ellos antárticos.
El turismo antártico moviliza a amantes de la naturaleza de diversas latitudes, quienes llegan en busca de una increíble biodiversidad y escenarios de belleza virgen.
En su extensa superficie de 14.000.000 km2, cubierta por glaciares en casi su totalidad, conviven cuatro especies de pingüinos -adelia, barbijo, papua y emperador- albatros, petreles, pardelas, skuas, gaviotines, cormoranes y palomas antárticas, mientras que el mar que la rodea está poblado por diversos tipos de ballenas. Debido a las rigurosas condiciones climáticas, la vida silvestre se encuentra bastante reducida en el continente más frío, alto y ventoso del planeta, donde se registran vientos que superan los 200 kilómetros por hora.
Dentro de los singulares espectáculos que regala la Antártida a sus visitantes se encuentran las experiencia de poder contemplar focas y elefantes marinos durante toda la temporada; apareamientos de pingüinos y sus pichones que comienzan a aparecer a finales de diciembre; y grupos familiares de ballenas que se visualizan con mayor frecuencia entre enero y marzo.
Para explorar esas maravillas australes pueden emprenderse itinerarios que varían entre diez y veinte días. Los más cortos tienen como destino a la Península Antártica y las Shetland del Sur, mientras que los más extensos incluyen también las islas Malvinas y Georgias del Sur.
También existe diversidad en cuanto al tipo de embarcaciones -cruceros de lujo y buques de casco reforzado o rompehielos- que pueden transportar entre 50 y 500 pasajeros. Ambos estilos de barcos ofrecen la posibilidad de realizar descensos en botes de goma muy resistentes, llamados zodiacs.
El continente blanco depara tres circuitos: al Noroeste de la Península Antártica se encuentra el archipiélago de la Isla Elefante e Islas Shetland del Sur, el área más cálida y colorida de esas tierras, con más de una decena de lugares para visitar donde se combinan glaciares, montañas y fiordos.
Allí el viajero se sorprenderá al divisar en las costas rocosas conjuntos de líquenes, musgos e incluso dos especies de flores. Numerosas colonias de pingüinos de las especies Adelia, Papúa y de Barbijo escogen esta ribera durante el verano.
Por su parte, la región Noreste de la Península Antártica alberga impresionantes bloques de hielo y la famosa Base Esperanza, estación científica de Argentina. En materia de naturaleza es factible de reconocer una gran población de pingüinos y diferentes especies de petreles.
Finalmente, la costa Oeste de la Península Antártica presenta extensos estrechos, islas montañosas con altas cumbres, bahías protegidas y angostos canales. Dentro de los puntos factibles de visitar se destacan Bahía Paraíso, Puerto Locroy, Canal Lemaire, famoso por la belleza de su paisaje y por la presencia de numero