Mientras miles de neoyorquinos hacen la cuenta regresiva en el Central Park, la tendencia a festejar en hoteles o restaurantes el comienzo de un nuevo año crece en la ciudad capital de la República Argentina. En este final del 2008 las reservas promedian el 80 por ciento.
Parecería que la crisis económica y financiera que se cierne sobre el planeta todavía no afectó las ganas de festejar la llegada de un nuevo año, o al contrario, alienta a celebrar con todo la ida de un año complicado para todos los sectores.
El público caracterizado como de alta gama planea sus festejos top en hoteles de lujo y restaurantes de alto nivel donde no deja de crecer la demanda y de multiplicarse las propuestas disponibles: menús gourmet, reuniones temáticas, espectáculos musicales de los géneros más variados -desde tango hasta ópera-, ambientaciones al estilo del Hollywood de los años 50 o de una película de James Bond, encabezan una lista de formas posibles de decirle adiós al viejo año, con niñeras incluidas y tarifas de tres cifras.
En los establecimientos de alta gama más famosos de la ciudad las reservas ya superan el 80 por ciento (la consulta se hizo faltando una semana) y en su mayoría fueron realizadas por extranjeros y grandes grupos familiares.