Semejante proeza requiere que reúnan el "combustible" necesario en forma de grasa, para llegar a la siguiente estación de paso a 1000 km., 3000 km. y 5000 km. de distancia que recorren sin parar.
Sin embargo, sólo pueden obtener alimento adecuado en la cantidad suficiente para reunir estas reservas en algunos pocos sitios claves, los humedales. 
Los humedales, como los que encontramos en la bahía, son ambientes inundables, cubiertos por agua de poca profundidad y constituyen los ecosistemas más productivos del planeta. Estos contienen pequeñas lombrices, crustáceos y moluscos, los cuales proliferan en el momento justo y permiten a estos animales comer y acumular grasas en el organismo (duplican y hasta triplican su propio peso), las cuales serán usadas como combustible para su vuelo migratorio.
El área bahía San Antonio, es usada por 17 especies de aves playeras migratorias, entre las cuales se destacan el Chorlo Colorado y otras nueve especies que nidifican y se reproducen en el Círculo Polar Ártico, en el hemisferio Norte y la Paloma Antártica entre las que se reproducen en la Antártida.
La conservación de chorlos y playeros depende de muchas personas en muchos países.  Por eso la provincia de Río Negro decidió crear el área natural protegida "Bahía de San Antonio", posteriormente se unió a los esfuerzos internacionales de conservación solicitando el reconocimiento del área a la "Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras", convirtiéndose así en un sitio de importancia a nivel mundial.

Fuente: Prensa y Comunicación
Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte de R&