La historia de los Parques Nacionales se remonta al 6 de noviembre de 1903, fecha en la que el Perito Francisco Moreno envió una carta al Estado argentino con el fin de donar 7500 hectáreas de su propiedad en las cercanías de Puerto Blest y Laguna Frías, al oeste del lago Nahuel Huapi. La idea, según sus propias palabras, era que “sea consagrada como parque público natural”.  El deseo del Perito Moreno se cumplió 31 años más tarde, en el año 1934, fecha en la que el lugar se convirtió en Área Protegida Nacional. El proceso parece lento, pero permite asegurar una serie de resguardos a la hora de conservar la identidad cultural y natural en un determinado territorio. Para lograr esto, es indispensable la intervención de las Legislaturas Provinciales y de ambas Cámaras del Congreso Nacional.