El pasado 2 de abril se conoció una noticia desde España que hizo eco en nuestro país: la Fiscalía de la Audiencia Nacional española pidió 15 años de prisión para el empresario Gerardo Díaz Ferrán por el vaciamiento patrimonial del Grupo Marsans, que fue titular de Aerolíneas Argentinas entre 2001 y 2008, hasta que presentó bancarrota.

El magnate español es acusado por cometer delitos de alzamiento de bienes, concurso fraudulento, blanqueo de capitales e integración en grupo criminal, en el marco de la causa que investiga el vaciamiento patrimonial del Grupo Marsans, que presentó quiebra en 2009.
Este conglomerado empresarial fue titular de Aerolíneas Argentinas hasta que se re estatizó. El vaciamiento del grupo afectó el patrimonio de Viajes Marsans, Air Comet y Aerolíneas Argentinas. La Fiscalía de la Audiencia Nacional de España investiga estas maniobras que, según todo parece indicar, se realizaron con el fin de eludir el pago a los acreedores concursales.
El fiscal Daniel Campos solicita, además, ocho años de prisión para el empresario Ángel de Cabo, liquidador de empresas, quien se encargó de la operación de vaciamiento. Las sociedades liquidadas acumulaban un pasivo, en 2011, de 313 millones de euros. Tanto Díaz Ferrán como de Cabo se encuentran en prisión provisional por esta causa desde el 2012.
El número dos de Ángel de Cabo, Iván Losada, se entrenta, por su parte, a una petición del fiscal de 4 años y tres meses de prisión. La Fiscalía pidió además ocho años y nueve meses para el hijo de Díaz Ferrán, Gerardo Díaz de Santamaría. También son acusados de delitos de alzamiento de bienes y concurso fraudulento otras 7 personas.

Marche preso
Díaz Ferrán está preso desde el 5 de diciembre de 2012 junto a otras ocho personas, tras una denuncia iniciada en febrero de ese año por las empresas AC Hoteles, Meliá, Pullmantur y el Grupo Orizonia. El grupo de acreedores presentó en marzo de este año una acusación en el Juzgado de Instrucción nº6 de la Audiencia Nacional del Reino de España solicitando una pena de 21 años de cárcel para Díaz Ferrán, además de la devolución de 413 millones de euros. El fiscal está convencido de que el ex dueño de Marsans poseía, en sociedad con el fallecido Gonzalo Pascual, un conjunto de sociedades cuya cabecera era Viajes Marsans y que agrupaba a otras 117 empresas dedicadas al sector turístico y del transporte.

Acumulando deudas
El vaciamiento de Marsans incluyó la venta de aeronaves, simuladores y equipos de Aerolíneas Argentinas. La compañía fue re estatizada por el gobierno argentino en 2008, lo que sumó aún más conflictos al grupo español. Las deudas de Marsans se venían acumulando a tal punto que, según las conclusiones preliminares de la Fiscalía, la viabilidad del grupo llegó a un punto crítico. En diciembre de 2009 el Consejo de Administración fue sustituído por dos administradores solidarios que vendieron la compañía al empresario Ángel de Cabo. Poco después, varias empresas del grupo, entre ellas Viajes Marsans, debieron salir de concurso. La empresa alcanzó ese año un déficit patrimonial que superaba los 270 millones de euros. La deuda de Díaz Ferrán, por su parte, llegaba a los 413 millones y la de Pascual a los 313 millones.
Según el fiscal de la causa, “tan lamentable situación, que afectaba tanto al grupo empresarial como al patrimonio personal de sus titulares, amenazaba el altísimo nivel de vida que hasta entonces ambos llevaban por lo que decidieron salvar de las ejecuciones a las que se veían abocados la mayor parte de los bienes, mediante un sistemático vaciado de su patrimonio personal y empresarial, en evidente perjuicio de los acreedores”.
Todo el patrimonio empresarial y personal de Díaz Ferrán y Pascual fue transmitido a de Cabo pero éste no puso ni un euro, pese a que debía pagarles 8 millones de euros a cada uno en plazos de 100.000 euros mensuales.

Escapándole a los acreedores
El proceso de despatrimonialización de las sociedades adquiridas, descrito por el fiscal, tenía la intención de vaciar cualquier activo realizable. Por esta razón, Díaz Ferrán y Pascual pusieron a otros miembros del grupo en la nómina de las sociedades, se hicieron con los vehículos de alta gama y yates de lujo de los que disponían, vaciar las tesorerías o comprar las viviendas de los mencionados. Fue entonces que las compañías acreedoras iniciaron distintos juicios y procedimientos mercantiles.

Pie en Argentina
La estatización de Aerolíneas Argentinas y Austral espera, en estos momentos, el fallo del tribunal arbitral del Banco Mundial. Los acreedores de Marsans reclaman unos 1.200 millones de dólares en compensación pero el Tribunal de Tasación de la Nación entiende que la compañía tenía un valor patrimonial negativo, por lo cual el Estado argentino depositó, por mera obligación legal, una suma simbólica: un peso. 

La venta de AR
Díaz Ferrán está a las puertas de recibir sentencia en otra causa que se sustancia también en la Audiencia Nacional y que tiene que ver con la Argentina: la compra de Aerolíneas Argentinas por parte de Air Comet (70% de Marsans y 30% de Antonio Mata) en 2001. En este proceso enfrenta una sentencia de dos años y cuatro meses de cárcel por eludir el pago de 99 millones de euros al Tesoro español por la adquisición, que contó con un crédito estatal de 300 millones de dólares destinado al pago de las deudas de Aerolíneas Argentinas, gestionada por la SEPI. Air Comet no liquidó las deudas y realizó inversiones diversas que le redundaron un beneficio no declarado al fisco español, que ahora se lo reclama a través