La localidad se transformó en un potencial polo turístico desde que se creara el Parque Nacional en 2015, y se convirtió en la puerta de entrada del área natural protegida donde habita el macá tobiano, el ave en mayor peligro de extinción del país.
 
El lugar tuvo un exponencial crecimiento de la población: en el censo del 2001 se contaron menos de 2.500 personas, pero en el 2010 ya eran 3.360, y a ese ritmo de crecimiento (63%) en la actualidad llegarían a 6.000.

En temporada el lugar se transforma con la llegada de más de 80.000 visitantes que ocupan campings, hosterías y casas de familia, y sobrepasan las 600 camas disponibles, según destacó la secretaria de Turismo local, Mariana Basualdo.

La funcionaria explicó a Télam que en el 2003 disponían allí de 200 camas, por lo que triplicaron la cantidad de plazas para recibir visitantes y ahora se usan mucho los dos campings con que cuenta el pueblo. 

Para arribar a Los Antiguos, los aeropuertos de Comodoro Rivadavia, ciudad ubicada a 439 kilómetros, y de El Calafate, a 500 kilómetros, son la mejor opción, aunque también se puede descender en el aeropuerto de Río Gallegos, pero en este caso la distancia se duplica, debiéndose recorrer los 1000 kilómetros que separan la capital provincial de la localidad